“Si decido producir mi electricidad, ¿por qué tengo que pagar?”
Una norma disuasiva
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MADRID. -Greg Wells, un inglés afincado en Madrid desde hace casi 20 años, señala orgulloso a las placas solares instaladas sobre el tejado de su casa, una vivienda unifamiliar en el distrito de Barajas. Ya es otoño, anochece antes, pero el cielo está despejado y la producción marcha a buen ritmo: a eso de las cinco de la tarde el pequeño medidor que guarda en el sótano le indica que casi el 30% de la energía que consume en ese momento le llega directamente del sol.
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Una norma disuasiva
El modelo diseñado por el Gobierno obliga a los autoproductores a regalar a la red eléctrica todo lo que sea producido por una planta y no se consuma de manera inmediata. El problema en el caso de las instalaciones en vivienda es que las horas de mayor producción (durante el día cuando hay sol) no suelen coincidir con las horas de mayor consumo (normalmente por la noche) por lo que a veces sólo se puede aprovechar entre un 20% y un 30% de lo generado. Los consumidores reclaman que, al igual que se contempla en otras regulaciones sobre autoconsumo en Europa y EEUU, se aplique el balance neto, un sistema que permite descontarse esos excesos de producción en la factura de la luz, pero el Gobierno no ha contemplado esta medida en ningún caso.
“Yo vengo de un país de poco sol y donde curiosamente se están estimulando estas instalaciones y hay muchas subvenciones. Aquí, con condiciones mucho más favorables, han hecho una regulación para dificultar el autoconsumo. No me entra en la cabeza. Es disuasiva completamente”, dice Greg. “El escándalo es que tú estás regalando electricidad a la red y la compañía eléctrica le está cobrando esa misma electricidad a tu vecino”, añade Mario.