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Daniel Monzón vuelve a Sitges con un emocionante "thriller" carcelario

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Presentada en una de las sesiones especiales del Festival de Sitges, "Celda 211" es la nueva película de Daniel Monzón, un emocionante "thriller" carcelario con un imponente Luis Tosar en el papel de Malamadre y el descubrimiento como actor del celuloide del joven Alberto Ammann.

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Durante la proyección de la película en el auditorio del certamen, el público quedó enganchado en sus butacas y no dejó durante 111 minutos de seguir las peripecias de los amotinados de una cárcel, con el preso Malamadre al frente, y de un funcionario en su primer día de trabajo que, para sobrevivir al motín, se hará pasar por lo que no es.

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Durante una multitudinaria rueda de prensa, Monzón ha señalado hoy que siempre trata de hacer "lo que le emociona" y, en este caso, con un guión de Jorge Guerricaecheverría, a partir de una novela con el mismo título de Francisco Pérez Gandul, ha construido una película coral, con mucha acción e inesperados giros.

Tras pasar por los festivales de Venecia y Toronto, Monzón ha reconocido que se está cumpliendo su sueño de conseguir que el espectador "entre dentro de la película", como también ha ocurrido en Sitges.

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Ante el éxito en estos festivales, la productora ya está en conversaciones para que se realice un "remake" en Estados Unidos, aunque todavía "no hay nada cerrado".

Luís Tosar, que pasa todo el metraje impostando una grave voz, ha rememorado que cuando leyó la novela de Pérez Gandul vio que era "maravillosa", mientras que el guión, en el que Monzón también participó, "es una obra de arte e ingeniería, casi perfecta".

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Para el trabajo de Monzón sólo ha tenido buenas palabras y ha sostenido que es "un loco que te acompaña en todo lo que le propones, ya sea que te quedes más cachas y rapado o que cambies tu voz".

En cuanto a su personaje, "Malamadre", del que ahora intenta desembarazarse, puesto que mañana inicia un nuevo proyecto, dice que es una "especie de Frankenstein, hecho de retazos" y basado en algunos de los presos españoles que ha conocido para poder rodar la película.

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Alberto Ammann, un hombre que viene del teatro, ha resaltado el gran ambiente de trabajo que hubo durante todo el rodaje y ha destacado que ya ha visto el filme en tres ocasiones, "y tendré que dejar de verlo, porque cada vez me quedo sin habla".

En este punto, Monzón ha intervenido para aseverar que lo que emociona al público de esta historia es, justamente, cómo una persona como la que interpreta Ammann -el novel funcionario Juan Oliver- "acaba viviendo un viaje vital intensísimo por lo que pasa en la cárcel y la particular amistad que mantendrá con Malamadre".

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Antonio Resines, en el papel de un funcionario de la vieja usanza, ha dicho también estar emocionado con este filme porque "Celda 211 es de esas películas en las que pasa algo más, lo que no ocurre muchas veces".

Sin poder evitarlo, también se ha pronunciado sobre el hecho de que en la película se hagan alusiones a los presos de ETA en el sentido de que están encarcelados porque "también matan, pero lo hacen de otra forma".

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A juicio de Resines, es la primera vez que en una película española esta cuestión se toca de forma colateral y ofreciendo una opinión mayoritaria.

Daniel Monzón, de 41 años de edad y que antes de dirigir fue crítico, se dio a conocer en el año 2000 con "El corazón del guerrero" y, posteriormente, rodó "El robo más grande jamás contado" y "La caja Kovak".

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