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Dancing Queer en Viena

Comienza la temporada de bailes "queer" en la capital austríaca.

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Se deslizaba prodigiosamente Sissí dando vueltas mientras que por el talle su príncipe la sujetaba de manera tan grácil y liviana que la pareja parecía levitar entre los chirriantes brillos del salón principal del palacio. Pero los tiempos han cambiado, y aunque el vals permanece como una de las señas de identidad de la antigua capital de Imperio Austrohúngaro, ya no es algo exclusivo para las parejas heterosexuales.

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Viena abre sus salones de baile, lujosos y pletóricos de estilo, también a los gays y lesbianas. Para esta incipiente primavera se organizan varios eventos llenos de glamour, diversión y libertad.

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Las estridentes charreteras de los oficiales reflejaran los colores del arco iris en el Regenbogen Ball, todo un clásico ya, que este año se celebra por decimocuarta vez. Este espectacular baile de salón vienés para gays y lesbianas cambia, como novedad, de lugar. El 12 de febrero se celebra por primera vez en los salones del Hofburg, el suntuoso palacio imperial de los Habsburgo. Bajo el nombre de Imperial Rainbow se volverá a vivir una fiesta divertida, colorista, llena de fantasía y espíritu de tolerancia.

En el caso del Rosenball (Baile de las Rosas) el contraste será brutal. Lo único que recordará a un baile de salón clásico es la polonesa con la que cada año se arranca el baile. La atronadora y vibrante música de discoteca que se escuchará en el Palais Auersperg, magnífico escenario en el que se celebra, tal vez llegue a reverberar en los cultos y finos oídos que asisten al algo más convencional Baile de la Ópera, que se celebra al mismo tiempo, el mismo día -el 3 de marzo- y a pocos pasos. Este frenético Baile de las Rosas cumple este año su vigésimo aniversario.

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Ese mismo día, para tener donde elegir, también se realiza el Mauerblümchenball, al que acuden quienes no se consideran lo bastante elegantes como para ir al Baile de la Ópera ni lo bastante estrambóticos como para asistir al Baile de las Rosas. Aunque cualquiera de los dos públicos se lo pasaría de miedo aquí. Pasa por ser el baile más alternativo, suponiendo que tenga algún significado concreto esta expresión, y tiene lugar en el pabellón Otto-Wagner-Pavillon (Club U) en la Karlsplatz.

Otro baile más, que al principio sólo era conocido por unos pocos, pero ahora empieza a masificarse y en el que, como en los casos anteriores, es recomendable sacar las entradas con antelación, es el Kreativball, una fiesta alternativa del ambiente gay y lésbico, al que también acuden sus amigos y amigas de toda condición. Sólo es preciso cumplir una doble premisa: la de la diversión y la tolerancia.

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