La Cumbre Iberoamericana se inaugura esta noche en San Salvador

Los jefes de Estado y de Gobierno de los países iberoamericanos inauguran esta noche su XVIII cumbre anual en El Salvador, en la que impulsarán programas de apoyo a los jóvenes latinoamericanos y explorarán respuestas conjuntas ante la crisis financiera mundial.

La cumbre comenzará a las 18.00 horas (00.00 GMT) con la ceremonia de apertura, en la que intervienen el presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, y la presidenta chilena, Michelle Bachelet.

La cita tendrá ausencias significativas como la del presidente venezolano, Hugo Chávez, que anunció que no asistirá por motivos de seguridad.

Tampoco estarán presentes el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, mientras que Cuba enviará a su embajador en Brasil como máximo representante.

La reunión de los jefes de Estado y de Gobierno será preparada previamente por sus cancilleres, que aprobarán los documentos de esta cumbre: La Declaración de San Salvador, un Plan de Acción complementario, y varios comunicados sobre asuntos puntuales, que serán luego sometidos a la decisión final de los mandatarios.

Entre estos comunicados figura uno sobre países de renta media, de condena de terrorismo, de apoyo al diálogo en Bolivia y de respaldo al proyecto de Camino Principal Andino.

Aunque el tema central de la cumbre es "Juventud y Desarrollo", la situación financiera mundial y los temores al contagio de una recesión económica condicionan la reunión.

La crisis financiera será tratada por los líderes en la reunión privada que mantendrán el jueves por la tarde, en la que prácticamente a solas, explorarán vías de salida a la actual coyuntura.

Marcelo Baumbach, portavoz del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que éste defenderá la adopción de "mecanismos y controles que impidan nuevas crisis y que la especulación afecte a la economía real".

España, representada por el rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, también acude con el deseo de que esta cumbre tenga una voz concertada ante la crisis financiera internacional.