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Cristiano está abrumado

El club blanco envió ayer los informes médicos que acreditan su baja, pero Queiroz le quiere mañana en la selección lusa. El jugador debe anunciar hoy si viaja a Portugal o si se queda en España como le exige el

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O la patria o el equipo que le paga. O el corazón o la cabeza. O un vapuleo mediático en su país o el agradecimiento y el suspiro aliviado del Real Madrid por no cometer lo que desde el club se tacha como "una imprudencia".

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Cristiano Ronaldo vive una encrucijada de difícil salida. Quiere viajar hoy a Portugal, pero se siente presionado por todos los flancos. Entiende a la federación portuguesa, que le reclama para los decisivos choques ante Bosnia con el billete del Mundial en juego. También comprende que, si fuerza y recae, se arriesga "a pasar por el quirófano" como le han advertido desde el club. El fuerte desembolso que Florentino Pérez realizó por él también le atormenta. Para colmo, la normativa FIFA le deja a él la responsabilidad última. Si expresa su deseo de que los médicos portugueses le visiten en Madrid no tendrá que viajar mañana a Portugal como refleja la normativa FIFA.

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El Madrid le ha dicho tres veces a Ronaldo que si recae será operado

Esta parecía la solución definitiva a media tarde cuando la agencia Efe, citando fuentes del club, anunciaba que el jugador había mandado una carta con su firma en la que solicitaba la presencia de los galenos lusos en Madrid. Sin embargo, el club se encargó de que esta información fuera rectificada. "Hemos enviado los correspondientes informes médicos que aseguran que el jugador está de baja y espera una respuesta de sentido común. No se trata de los intereses del Madrid ni de Portugal, se trata de velar por la integridad de la carrera del jugador", afirmó a este periódico un directivo. Por respuesta, la Federación Portuguesa anunció que "los convocados que juegan en España se incorporarán mañana y serán sometidos a exámenes médicos".

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Cristiano vivió ayer su cuarto día de trabajo. El portugués se encuentra sometido a un plan de 15 días con el fin de evitar el quirófano y el Madrid no quiere que pierda ni un solo día. Si en este periodo aparece inflamación, dolor o cualquier otra complicación, el extremo se someterá por segunda vez al bisturí del doctor Van Dijk.

Portugal aprieta las tuercas. Los partidos de ida y vuelta de la repesca contra Bosnia se disputan el día noveno (14 de noviembre) y decimotercero (18) de su plan de trabajo. Desde el Madrid recuerdan que el viaje a Portugal quebraría el plan de trabajo al que está sometido el luso. Y enfatizan que no debe jugar al fútbol en estos 15 días. "Cristiano está siguiendo un plan muy progresivo: cada día sube un peldaño", afirman desde el club, al que estos días no le importa ser transparente al máximo con los detalles de la evolución física del portugués.

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La Federación lusa quiere que el jugador dispute la vuelta ante Bosnia

Cristiano viajará a Holanda el 20 de noviembre para ser examinado de nuevo por el doctor Van Dijk. Hasta entonces, el programa es: trabajo por la mañana y descanso por las tardes. Cristiano ya pasó de trabajar en la piscina al campo. Ayer realizó carrera continua, lenta y con el pie vendado. No hubo complicaciones.

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El doctor Enrique Jones, médico de la selección lusa, es clave. Desde el Madrid consideran que se equivocó al dejarle jugar contra Hungría en octubre. La recaída que se produjo era previsible. Cristiano ha escuchado ya tres charlas de los médicos del Madrid en las que le han recalcado que se está jugando su futuro como futbolista. Portugal aprieta y el jugador parece dispuesto a cumplir con su selección en el partido de vuelta (día 18). Pero aún no está listo. Ayer presentaba todavía una gran diferencia de fuerza entre su pierna izquierda y la lesionada. Cristiano trota, el reloj galopa.

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