Con crisis,no es tan fácil ser verde
El déficit acumulado asciende a 15.000 millones. Y el problema se agrava con la actual crisis financiera
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"A largo plazo, no hay alternativa a las renovables". Lo dijo el pasado lunes el ministro de Industria, Miguel Sebastián, al presentar un estudio que coloca a España como el cuarto país más atractivo del mundo para invertir en energías limpias, sólo por detrás de Estados Unidos, Alemania e India. El país, que cuenta con una potente industria local (sobre todo en eólica), está por delante de la mayoría en cuanto a potencia instalada: es el tercero del mundo en energía eólica y el cuarto en fotovoltaica.
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El problema, sobre todo con esta última fuente (la más cara, porque todavía no es competitiva), es que su desarrollo "ha superado todas las previsiones", como dijo Sebastián. Y eso tiene un coste.
Este año, las primas a las energías renovables supondrán en torno a 3.000 millones de euros, en gran parte por el boom fotovoltaico, que ya el año pasado le costó al contribuyente 800 millones. Según Sebastián, sólo con las primas de este año a los huertos solares, se evaporarán los ingresos extra obtenidos a través de la última subida de la luz (5,6%, de media).
El ministro pretende cerrar la semana que viene un principio de acuerdo con las eléctricas para tratar de atajar el llamado déficit de tarifa, un agujero que sólo este año ascenderá a unos 5.000 millones, de los que dos tercios corresponderán a los pagos asociados a las renovables. El déficit acumulado asciende a 15.000 millones. Y el problema se agrava con la actual crisis financiera, que complica la colocación de esa deuda entre los bancos.
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Una de las medidas que propondrán las eléctricas (y que el Gobierno parece compartir) será sacar de la tarifa las primas a las energías renovables. Pero, en la actual coyuntura de crisis, parece complicado que el Estado pueda absorber ese sobrecoste que actualmente pagan los usuarios.