El creciente peso de la deuda pública compromete las finanzas de Portugal
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La deuda pública de Portugal supera ya el valor total de su economía después de un lustro de fuertes y continuas subidas, lo que compromete las finanzas del país y lo coloca estadísticamente entre los más endeudados de la UE.
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Con 10,5 millones de habitantes, Portugal tiene una deuda que sobrepasa ahora los 178.000 millones de euros, superando así por primera vez en la historia el valor de su PIB, que ronda los 173.000 millones.
La evolución de ese ratio en los últimos cinco años refleja un crecimiento proporcional del 50 por ciento desde 2007, cuando la deuda pública equivalía al 68 por ciento del PIB.
Según las estimaciones del Gobierno conservador luso, Portugal cerrará 2011 con este indicador en el 100,3 por ciento y seguirá creciendo al año siguiente, previsiblemente hasta superar el 105 por ciento.
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Mientras, la media de los 27 países de la Unión Europea ronda el 80 por ciento, con una Grecia a la cabeza totalmente disparada, ya que algunos cálculos estiman que en 2012 representará el 170 por ciento de su PIB.
Las estadísticas reflejan que existe una relación directa entre este ratio y los países que más sufren esta crisis, con los tres "rescatados" (Grecia, Irlanda y Portugal) en su "top 5", sólo secundados por Italia y Bélgica, que tampoco están exentos de problemas.
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El objetivo de todos ellos es reducir su nivel de endeudamiento, un propósito todavía más complicado de conseguir debido a que ahora pagan más que antes para acceder a financiación, reflejado en el aumento de los intereses que exigen los inversores para comprar su deuda pública.
A esta circunstancia se le añade, como señala el catedrático en Economía de la Universidad de Coimbra José Reis, que la recesión económica continuará en los próximos años, lo que perjudica la ecuación.
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"A menor PIB, mayor será el peso de la deuda pública en la economía", explica en declaraciones a Efe Reis, quien a su vez ejerce de investigador del Centro Económico y Social (CES) luso.
En su opinión, el creciente endeudamiento de Portugal no es la causa de la crisis, sino su consecuencia.
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"La crisis hizo caer el PIB, lo que llevó a aumentar el gasto para reforzar los recursos públicos, en parte para ayudar al sistema bancario", defiende el catedrático, que cita concretamente el caso del Banco Portugués de Negocios (BPN), nacionalizado en 2008 por el entonces gobierno socialista debido al riesgo de bancarrota.
En contraste con quienes apuntan como factor fundamental la falta de control del gasto del anterior Ejecutivo, Reis considera que en este caso el elevado nivel de deuda pública se debe a las "excepcionales circunstancias" de hoy en día.
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"La economía, en un contexto como el actual, sólo es saludable si hay crecimiento", subraya el catedrático luso, que critica la "falta de visión a largo plazo" de los líderes nacionales y europeos.
"La deuda y el gasto público de hoy serían admisibles si se pensara en lograr crecimiento a cinco o diez años", considera Reis, que apuntó a "las políticas de contracción y austeridad" como el principal problema.
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El investigador recuerda, asimismo, que medidas como el recorte de salarios supone una reducción del consumo, lo que perjudica posteriormente a las empresas productoras, que "han ahorrado en costes laborales pero no encuentran suficiente mercado para sus productos".
Ejemplo de ello es Portugal, donde el debate político y económico se centra en el proyecto presupuestario del Gobierno conservador, que recoge severos ajustes y reformas, entre ellos la supresión de pagas a funcionarios, otros trabajadores del sector público y pensionistas con ingresos superiores a los mil euros mensuales.
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Las medidas son incluso más fuertes de lo previsto inicialmente debido a la aparición de dos "agujeros" en las cuentas públicas lusas por un valor superior a los 3.000 millones de euros.
Estas irregularidades amenazan también con dificultar el objetivo de Portugal de reducir su déficit público -entendido como la diferencia entre los ingresos y los gastos de las administraciones públicas en cada ejercicio- en más de tres puntos, hasta el 5,9 por ciento, tal y como tenía previsto.