Crece la tensión entre Guardiola y los árbitros
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Era una relación de respeto mutuo, pero la tensión entre el entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, y el colectivo arbitral, ha ido aumentando jornada a jornada hasta desembocar en la primera expulsión del entrenador esta temporada, ante el Almería (2-2), por reprochar al árbitro asistente una de sus decisiones.
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El colegiado, Carlos Clos Gómez, lo reflejó en el acta. Guardiola fue expulsado por decirle al asistente: "pitas todo al revés, no te enteras de nada".
Es la segunda roja de Guardiola en Liga (también fue expulsado el año pasado ante Osasuna, cuando el Barça ya era campeón) y la tercera desde que es entrenador del primer equipo: en la Liga de Campeones fue expulsado el año pasado ante el Bayern.
El entrenador azulgrana se ha visto obligado a tratar la cuestión arbitral desde el arranque de la temporada: en cada una de sus ruedas de prensa ha surgido la pregunta sobre los árbitros y sus presuntos favores arbitrales al Barça en virtud de una conspiración federativa.
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En un intento de neutralizar el debate, Guardiola siempre ha procurado eludir la cuestión y considerar a los árbitros un elemento más del juego, intentando focalizar el debate en los méritos o errores de sus jugadores. "Los árbitros no existen, se equivocan y aciertan como todo el mundo", comentó tras ganar al Getafe con las expulsiones de Márquez y Piqué.
También insistió en que los seis títulos de su equipo "no han sido gracias a los árbitros, de eso sí que no me van a convencer porque hay mucho esfuerzo detrás" y se felicitó de haber contribuido a cambiar en el Barça "la cultura de llorar por los árbitros".
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Sin embargo, y de manera sutil, ha ido introduciendo algún mensaje hacia el colectivo. "Que no hablemos de los árbitros no quiere decir que no nos demos cuenta de lo que sucede", expresó.
En el partido ante el Málaga, Guardiola se acercó al árbitro del encuentro, Rubinos Pérez, al término de la primera parte. Según algunas versiones, para pedirle respeto hacia sus jugadores. Según el técnico, para "pedirle disculpas" por haber aplaudido irónicamente una de sus decisiones. Rubinos no reflejó ninguna incidencia especial en el acta.
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En Almería, la tensión subió un peldaño. Clos Gómez le expulsó por presionar a uno de sus asistentes, a quien reclamó con su característica vehemencia un penalti sobre Messi.
"Sólo le he comentado que era penalti, nada más. Trato muy bien a los árbitros", declaró el entrenador tras el partido antes de sentenciar: "el Villarato está instaurado en esta Liga y ya no podemos hacer nada; no hay vuelta atrás".
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Desde que inició su etapa como entrenador, Guardiola ha sufrido cinco expulsiones: dos en el Barcelona Atlètic -ambas frente al Manlleu, en Tercera- y tres en el primer equipo.