Crece la presión para que dimita el primer ministro norirlandés
Publicidad
Las peticiones para que dimita el primer ministro de Irlanda del Norte, Peter Robinson, siguieron creciendo el domingo cuando David Trimble, ex responsable del Ejecutivo de la provincia, dijo que esperaba su dimisión en los próximos días.
Publicidad
Trimble dijo que Robinson, líder del Partido Unionista Democrático (PUD), que insiste en que defenderá su puesto tras las revelaciones sobre las finanzas de su familia, había perdido autoridad dentro del partido y el sistema.
Un programa de televisión de la BBC planteó la semana pasada por qué Robinson no contó a las autoridades que su esposa, también miembro del Parlamento, no había declarado 50.000 libras (unos 54.000 euros) recibidas de dos personas y usado ese dinero para ayudar a abrir una empresa al hombre con el que tenía una relación.
"Si va a luchar para limpiar su nombre, el lugar para hacerlo es desde los escaños de detrás", dijo Trimble, ex líder del Partido Unionista del Ulster y premio Nobel de la Paz por su papel en los acuerdos de Paz que en 1998 pusieron fin a décadas de violencia, a la BBC.
Publicidad
"Tener una situación en la que el líder del partido ve cómo su mujer es expulsada del partido y lo acepta, que ni siquiera persuade al partido para que le dé una salida decente, muestra que ha habido una pérdida de autoridad completa", dijo.
La BBC añadió, citando fuentes del partido, que Iris Robinson, que la semana pasada dijo que intentó matarse el año pasado después de haber empezado una relación extramarital con un joven que entonces tenía 19 años, aceleraría su salida del Parlamento y lo dejaría esta semana.
Publicidad
Ya ha anunciado su intención de retirarse de la vida pública por la depresión que sufre.
Por otra parte, el secretario de Estado británico para la provincia dijo que tedría que convocar una votación si Robinson dimitía y el Ejecutivo que comparte el poder entre el PUD y el Sinn Fein no acordaba un sustituto en el plazo de una semana.
Publicidad
En un clima de violencia creciente, la cooperación entre el PUD probritánico y el Sinn Fein, el aliado político del Ejército Republicano Irlandés (IRA), está muy tirante por una disputa sobre cuándo asumir transferencias de vigilancia y justicia de Londres.