La comisión parlamentaria regional que investigará la supuesta trama de espionaje a altos cargos madrileños del Partido Popular quedó constituida el viernes, en medio de las diferencias por el calendario de sesiones y por quién debería presidirla.

Benjamín Martín, del PP, fue finalmente elegido para presidir la comisión de ocho miembros, de la que será vicepresidenta Encarnación Moya, del PSOE, pese a que tanto los socialistas como Izquierda Unida habían intentado que la presidencia recayera en manos de un grupo minoritario.

También hubo diferencias respecto al calendario de sesiones, que quedaron fijadas para lunes, miércoles y viernes, puesto que el PP insiste en que las pesquisas concluyan el 28 de febrero, pero la última semana del mes no es hábil en la Asamblea de Madrid y de ese modo sólo habría cuatro días de sesiones.

"No está el camino andado. Hay que andarlo a partir de ahora", dijo Manu Menéndez, portavoz del PSOE, sobre unos hechos que calificó de "los más graves" ocurridos en la Comunidad de Madrid.

Los grupos tienen hasta el próximo miércoles para pedir las comparecencias, entre las que podría estar la propia presidenta regional, Esperanza Aguirre, además del vicepresidente, Ignacio González, y Francisco Granados, consejero de Interior.

El escándalo surgió el pasado 20 de enero, cuando el diario El País destapó presuntos casos de espionaje que afectarían al propio González y al vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, pertenecientes a facciones enfrentadas dentro del PP.

El diario señaló que algunos de los seguimientos los realizaron ex agentes policiales y guardias civiles a sueldo de la Consejería de Interior, algo que tanto Granados como Aguirre han negado en reiteradas ocasiones.