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La Costa Azul es española

Almodóvar, Amenábar y Coixet encabezan la amplia representación en la muestra francesa.

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Parece un homenaje, una llamada de atención, una contestación venida de Francia a las palabras de Juan Marsé sobre el cine español. El Festival de Cannes , que arranca hoy y se extenderá hasta el próximo 24 de mayo, ha seleccionado más cine español que en los últimos 20 años.

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Si sumamos las producciones que participan en las diferentes secciones y muestras paralelas del certamen Sección Oficial, Una Cierta Mirada, Quincena de Realizadores y Semana de la Crítica tenemos siete filmes dirigidos por cineastas de nuestro país, a los que cabría añadir las coproducciones Looking for Eric, de Ken Loach, y Tetro, de Francis Ford Coppola.

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Para muchos, la cosa suena a síntoma de buena salud. Para otros, se trata más bien de una situación coyuntural la misma que ha hecho que la huelga de guionistas afectara presuntamente a la escasa presencia de cine estadounidense, o fruto de las leyes misteriosas que rigen a los seleccionadores y que han hecho que en 2009 haya menos documental y menos cine latinoamericano que en los últimos años.

Para Isabel Coixet, que compite, junto a Pedro Almodóvar (Los abrazos rotos) por la Palma de Oro, el asunto no tiene importancia: "Cannes ha pasado por encima del cine español otras veces. Este año, han encontrado cosas que les gustan. Creo que no hay que teorizar. El cine es una patria en la que hay muy pocas banderas. Si pudieran poner en mi pasaporte que mi país es el cine, estaría encantada", opina la realizadora, que presenta una historia de seres solitarios rodada en un lugar lejano: Mapa de los sonidos de Tokio.

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Según Coixet, el cine es más bien "un asunto de punto de vista". Y el suyo es el de alguien que ha nacido aquí, pero que "sabe que el mundo es ancho y ajeno".

Sin embargo, Álex Brendemühl, que concursa por la Palma de Oro con su corto Rumbo a peor, considera que la selección es una réplica a los que piensan que el cine español está enfermo: "Hay una gran variedad de géneros y enfoques. Podemos empezar a mirar nuestra industria sin complejos y darnos cuenta de que podemos hacer las cosas con o sin ayudas", argumenta el actor catalán.

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Una apreciación similar a la que hace el debutante Gabe Ibáñez, cuya ópera prima, Hierro, participará en la Semana de la Crítica. No obstante, el cineasta, que ya había impresionado a la crítica con sus cortos a su paso por festivales como el de Clermont-Ferrand, quita hierro a la amplia presencia española. "No creo que tenga que ver con que sea un buen momento para el cine. Esta selección responde a un cúmulo de circunstancias inmanejables El mismo hecho de que una película se haga, depende de tantas contingencias extracinematográficas que no se puede teorizar mucho", opina.

En Hierro, rodada en la isla canaria, Ibáñez ha intentado desarrollar tantos efectos subliminales como ha podido. "El lenguaje del cine tiene que ir más allá del teatro filmado". Por eso ha jugado con el sonido y el desconcierto visual del espectador hasta donde le han dejado los productores de dos de los últimos éxitos del cine español: El laberinto del fauno y El orfanato.

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Ibáñez cruzará algo más que miradas con el otro seleccionado español en la Semana de la Crítica, que este año apadrinan otros dos directores españoles, Juan Carlos Fresnadillo y Juan Antonio Bayona. Es Álvaro Brechner, uruguayo, pero madrileño de adopción, que presenta Mal día para pescar. Para él, la selección viene a reflejar que los festivales no tienen por qué dar la espalda al cine comercial. "Se trata de hacer la película que uno quiere, pero sabiendo que hay un público que va al cine para que le entreguen algo, no para que le exijan todo el tiempo", cuenta.

Por último, Pedro Almodóvar, al conocer la noticia de que él, Coixet y Amenábar habían sido seleccionados, no tuvo reparo en afirmar que "el Festival de Cannes nunca ha sido muy generoso con el cine español", aunque matizaba: "Yo no me puedo quejar".

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Para él, la presencia del cine español es "superlativa" y un síntoma inequívoco de la vitalidad de un cine que ha sido vapuleado sin piedad. Ahora toca ver si los jurados del festival respaldan con premios al cine español .

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