Contenidos sexistas para una audiencia vulnerable

"La televisión incita a la anorexia, la bulimia y al consumo de alcohol y tabaco". "Los programas de televisión discriminan a las mujeres". "La televisión no respeta el Código de Autorregulación del horario infantil". Estas conclusiones, rotundas y alarmantes, se desprenden del informe Programación y contenidos de la televisión e internet: la opinión de los menores sobre la protección de sus derechos, realizado de forma conjunta entre la oficina del Defensor del Pueblo y Unicef.

El estudio se realizó mediante una encuesta a 3.219 alumnos de entre 12 y 18 años de toda España. Más de la mitad de los chavales admite que la programación televisiva "no colabora en su educación" pero, a pesar de todo, ve la tele una media de más de dos horas al día, incluso entre semana. Además, la mayoría de menores prefiere la programación que se emite entre las 22.00 y las 24.00 horas. Es decir, la que queda fuera del horario de protección.

"Todos somos conscientes de que hay contenidos que no aportan nada bueno y, sin embargo, los vemos", denuncia la profesora de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y coautora del estudio Esperanza Ochaíta. Lo mismo opina Guillermo Cánovas, presidente de la asociación de protección a la infancia Protégeles: "En demasiadas ocasiones, las televisiones funcionan de espaldas a lo que pide el público. Está claro que hay un problema: muchos contenidos son contraproducentes y los menores son los más vulnerables".

En la encuesta, Telecinco es la cadena que sale peor parada. Los chavales apuntan a los programas Mujeres y hombres y viceversa, y Sálvame como los más sexistas de la parrilla, y el 55,5% de los adolescentes señala a la cadena de Fuencarral como la que más discrimina a la mujer. Tampoco sale bien parada la serie Padre de familia (La Sexta), tildada de racista, ni Física o química (Antena 3), considerada homófoba.

Asimismo, los menores creen que TVE es la que más respeta el horario de protección. El informe alerta de que muchos chicos se exponen a la televisión "solos en su habitación, seguramente sin control parental".