El conseller de Inmigración y Ciudadanía de la Comunitat Valenciana, Rafael Blasco, ha expresado hoy su voluntad de llegar a acuerdos con el Gobierno sobre políticas de integración de inmigrantes, a través de iniciativas autonómicas que buscan solucionar la "inoperancia" de la Administración central ante este asunto.

En un comunicado, Blasco ha defendido las políticas del Consell como "el mejor instrumento para mantener la cohesión social" frente a las declaraciones realizadas hoy por el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, para quien a la Ley de Integración del Inmigrante propuesta por la Generalitat "le falta rigor".

Esa ley, según Blasco, favorecerá la integración "al ofrecer al inmigrante una serie de herramientas como el conocimiento del valenciano y castellano, o la posibilidad de conocer nuestras instituciones, el sistema educativo y sanitario para facilitar su integración en la sociedad de acogida".

"Ante la inoperancia del Gobierno y la absoluta dejación de sus funciones, las comunidades autónomas y sus ayuntamientos tienen que actuar ante el fenómeno de la inmigración a través de iniciativas que garanticen la asistencia a los inmigrantes", ha añadido.

A su juicio, desde la Comunitat Valenciana no se entiende "por qué el Gobierno de Rodríguez Zapatero no quiere afrontar el fenómeno de la inmigración con seriedad, y cuando lo hace, toma posiciones diferentes a las de la mayoría de los socios europeos, como Suecia, Dinamarca o Gran Bretaña".

"Además lo hace limitando los recursos a la Comunitat y sin poner freno a la llegada de inmigrantes que necesitan una asistencia digna", ha criticado Blasco.

El Ejecutivo, en su opinión, "tira la piedra y esconde la mano con la inmigración" y sus "continuas trabas" a la hora de impulsar nuevas políticas desde las autonomías "impiden innovar en política de inmigración y demuestran la poca fe de los socialistas en el Estado de las Autonomías".

Tras defender la inmigración como "un fenómeno muy positivo" para esta región, pues ha permitido "atender un mercado de trabajo como el de los últimos años en continua demanda", el conseller ha insistido en que muchos inmigrantes "deberán ajustar su formación a las nueva realidad laboral".