El conflicto kirguís afecta a un millón de personas
El saldo definitivo de víctimas mortales podría ascender a unas 2.000
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Las Naciones Unidas estiman que un millón de personas han resultado afectadas por el violento conflicto en Kirguistán y necesitan ayuda humanitaria.
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Esta cifra, ofrecida ayer, incluye a 400.000 personas que se han quedado sin hogar tras huir de los choques interétnicos registrados hace una semana en las ciudades sureñas de Osh y Jalal Abad. Casi 300.000 personas están desplazadas dentro de Kirguistán y otras 100.000 han cruzado la frontera y se han refugiado en Uzbekistán.
"De momento, estimamos que tendremos que responder a las necesidades de más de un millón de personas, entre desplazados y refugiados", dijo la portavoz de Unicef, Christiane Berthiaume.
Washington abogó ayer por una investigación internacional sobre la violencia étnica entre kirguises y uzbecos, que estalló el pasado 10 de junio y ha causado oficialmente 191 muertos, aunque el Gobierno interino de Roza Otunbáyeva ha estimado que el saldo definitivo de víctimas mortales podría ascender a unas 2.000.
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Otunbáyeva ha acusado a Kurmanbek Bakíyev, el ex presidente cuyo derrocamiento en abril dio inicio a los disturbios de organizar bandas de hombres armados para disparar tanto a uzbecos como a kirguises para avivar la violencia en el sur, su bastión tradicional. El pogromo comenzó con ataques planeados y orquestados.
El vicesecretario de Estado estadounidense Robert Blake visitó ayer los campos de refugiados en Uzbekistán e instó al Gobierno provisional del país asiático, que alberga bases militares de EEUU y Rusia, a actuar para detener los asesinatos.