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¿Cómo te comportarías con tu jefe si pasara a ser tu empleado?

La obra 'La isla de los esclavos' , que estrena este viernes Venezia Teatro, reflexiona sobre la gestión del poder en una isla en la que amos y esclavos intercambian sus roles

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Imagina por un instante que tu jefe pasa a ser de repente tu empleado. ¿Cómo te comportarías con él? Si no fue justo contigo, ¿Le harías pagar por las decisiones equivocadas o por los castigos si los hubiera habido? ¿Te comportarías de modo justo pese a todo y ejercerías una buena gestión del poder?

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Todas estas preguntas y reflexiones podrían desprenderse de algún modo de la obra teatral ‘La isla de los esclavos', texto clásico de Pierre de Marivaux (1668-1763), novelista y dramaturgo francés, si lo lleváramos al año 2013. La joven compañía Venezia teatro, dirigida por José Gómez, da así un salto al vacío con su segunda obra, tras La Hostería de la Posta, con la que esperan consolidarse como compañía con un texto tan complejo como vigente en los tiempos que vivimos.

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El espectáculo narra la historia de dos señores (Ifícrates y Eufrosina) y dos sirvientes (Arlequín y Cleantis) que intercambian sus roles por el mandato del señor de la isla (Trivelín), iniciándose así un punto de partida muy potente para la reflexión en torno al poder y cómo la adquisición de dicho poder puede hacer variar nuestro comportamiento. Unos personajes que vienen de Atenas, cuya sociedad es conocida por ser cuna de la democracia, una democracia con esclavos, eso sí. ¿Los políticos corruptos son así porque el poder les pervierte?

Pese a que la obra deja que sea el espectador el que saque sus propias conclusiones, los protagonistas de la obra han extraído las suyas propias acerca de la gestión del poder en la sociedad actual: "La conclusión es que no sabemos dónde estamos en mayúsculas, en particular los españoles", explica José Gómez, director de la obra. "Estamos educados en no educarnos", analiza. Las preguntas son evidentes: ¿Los políticos corruptos son así porque el poder les pervierte? ¿No dejan de ser acaso un reflejo de la propia sociedad? Son interrogantes con difícil respuesta... "Se nos ha educado en no tener herramientas para luchar contra el poder"

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Planteado dicho escenario, al menos, cabe una pregunta más. ¿Qué hacer para que el poder y los políticos sean justos? Para Gómez, la fuerza que ejerce el poder bloquea cualquier posibilidad para el cambio. "Se nos ha educado en no tener herramientas para luchar contra el poder". Además, explica, "estamos educados en la no violencia", que en momentos históricos como la Revolución Francesa sirvió para articular el cambio de escenario. La herramienta que nos queda, apunta, es invertir en cultura y educación. Una reflexión que el director aprovechó para denunciar la posible privatización del Teatro Fernán Gómez, donde se representará la obra, un teatro "que hemos pagado todos".

 

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