Ni las bajas de Cazorla y Senna, ni que el Arsenal lleve cinco meses sin perder un partido y 23 sin caer como local en la Copa de Europa dinamitan la moral del Villarreal. Tampoco la necesidad de ganar o empatar a más de un gol para presentarse en semifinales de la Liga de Campeones por segunda vez en su historia. Si algo ha caracterizado al Villarreal en su viaje hacia la élite, es su negativa a acomplejarse en las grandes citas o ante los grandes rivales. 'Daremos todo, es una ocasión única y no queremos desaprovecharla', advierte el capitán Javi Venta. 'Claro que podemos pasar. Va a ser muy complicado, pero tenemos que pensar en que podemos, porque estamos capacitados para ello. Será dificil, pero no imposible', asevera Cani. 'Físicamente, ellos acabaron mejor en la ida, pero su inexperiencia les puede perjudicar', dice Pires.

Se tienen fe los jugadores del Villarreal. Creen a ciegas en ese estilo que les hace salir a jugar igual en casa que fuera. Es el mensaje de Pellegrini, que no negocia la ambición de su equipo ni por la entidad del rival ni por lo que diga el marcador. 'Vamos a jugar nuestro partido, a hacer nuestro juego y a intentar buscar nuestras posibilidades en el encuentro', avisó el técnico chileno.

Entre sus jugadores, los hay que incluso tiran de declaraciones altivas y desafiantes. 'Yo silenciaré a los artilleros', soltó Rossi, en referencia a los aficionados del Arsenal. 'Perdimos una ocasión muy buena en casa cuando le cedimos el balón al Arsenal demasiado tiempo', continuó el italiano, al que no le acongoja el Emirates Stadium: 'En cualquier caso, no habrá una atmósfera peor que la de Grecia. Además, cuanto más me griten, con más fuerza trataré de hacer un gol. Nosotros siempre solemos marcar en los partidos fuera de casa'.

Por lo que se desprende de las declaraciones de unos y de otros, no habrá tiempo para la especulación. Será un choque a cara partida desde los argumentos con el balón que tiene cada equipo. Desde esa vertiente, son dos clubes fiables. El partido de ida se ajustó a esos parámetros. Cada uno tuvo su momento y cuando lo sintió se fue arriba sin mirar al marcador.

'Sabemos que estamos en una situación en la que no podemos ser conservadores, queremos resolver la eliminatoria, pero sólo podremos hacerlo si jugamos de la forma adecuada, atacando. No sabemos jugar al empate a cero, no es nuestro camino natural', manifestó Wenger.

Bajas sonadas

El entrenador francés también ha salido en defensa de los que acusan a sus jugadores de bisoños: 'Estos chicos han demostrado que son ganadores'. Tampoco teme Wenger las bajas que le harán remendar la defensa. No podrá contar por lesión con el portero Almunia, ni con el central Gallas ni con el lateral izquierdo Clichy. 'Tenemos recambio para afrontar el partido con garantías', aseguró el francés.

La gran noticia para Wenger es que sí tiene al holandés Van Persie, recuperado ya de una lesión que le impidió viajar a Villarreal. Con él en el campo, el Arsenal es un equipo más temible porque suma otro talento capaz de inventar un gol de la nada. Pero el mejor es Cesc.