El Comité de General Motors se reunirá para estudiar las condiciones del nuevo ERE
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El Comité de Empresa de la planta de General Motors (GM) en Figueruelas (Zaragoza) tiene previsto reunirse hoy para estudiar las condiciones con las que se deberá aplicar el tercer expediente de regulación de empleo (ERE), que afectará a sus 7.500 trabajadores durante quince días.
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Los representantes de los diferentes sindicatos tratarán de fijar una postura lo más unitaria posible de cara a la primera reunión del periodo de consultas con la dirección, que previsiblemente se celebrará mañana, apuntó a Efe el presidente del Comité de Empresa, José Juan Arceiz.
La dirección presentó el nuevo Expediente -el tercero en menos de un año- ante la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Aragón hace una semana y motivado por el descenso de las ventas.
GM puso en marcha el primer expediente en noviembre de 2008, para un total de 600 puestos de trabajo durante un año, y el segundo, que aún está vigente, el pasado mes de diciembre para la totalidad de la plantilla durante diecisiete días.
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El Comité de Empresa de la planta zaragozana mantuvo el pasado viernes día 10 una nueva reunión con los consejeros aragoneses de Economía, Alberto Larraz, e Industria, Arturo Aliaga, para poner en común la información acerca del proceso de venta del grupo automovilístico, en el que hay varios inversores interesados, especialmente la multinacional canadiense-austríaca Magna.
Arceiz calificó el encuentro de "muy positivo", al considerar "fundamental" que ambas partes intercambien la información de que disponen para mantener un frente común en favor de los intereses de Figueruelas.
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El presidente del Comité afirmó que comparten el "diagnóstico" de la situación, así como el "objetivo final, que es garantizar que la planta sea viable en la nueva compañía a medio y largo plazo".
El consejero Larraz apuntó que tanto el Comité como el Ejecutivo autonómico entienden que hay que "reestructurar" la producción de la planta de acuerdo a las necesidades del mercado "para poder asegurar su futuro".
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Según apuntan fuentes del Gobierno de Aragón, Larraz subrayó que el "sacrificio de personal es lo más grave" dentro de este proceso de reestructuración, por lo que uno de los objetivos es minimizar la pérdida de empleo.
Por su parte, Arturo Aliaga remarcó que "cualquier inversor que venga a la nueva Opel tiene que compartir con los trabajadores, que son los que hacen los coches, sus planes", ya que la empresa que se haga cargo de la gestión del fabricante automovilístico "no puede tomar decisiones al margen de la fuerza laboral".
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Sobre la constitución de la nueva corporación estadounidense GM, que ha anunciado un recorte del 20 por ciento de la plantilla, el presidente del Comité de la planta española consideró que no tendrá ningún efecto sobre el negocio europeo, puesto que la matriz y la filial desarrollan dos procesos de reestructuración "paralelos".