Novatos, pero con aspiraciones. La trama de futbolistas y agentes FIFA desarticulada por el juez Garzón en la Operación Ciclón se había organizado el pasado verano por personas sin experiencia en el narcotráfico sólo uno de ellos tenía antecedentes. Pese a ello, iban a entrar en el negocio de la droga a lo grande. La Policía cree que el alijo ahora incautado, 600 kilos de cocaína de la máxima pureza, era sólo el primero de una serie de partidas que ya habían contratado con los cárteles colombianos. El destino final de toda ella era España y Francia.

Según las investigaciones, el grupo se comenzó a gestar después de que Juan Carlos Balbastre Peñarrocha, el único con antecedentes, saliera en libertad condicional en junio de 2008 tras cumplir tres cuartas partes de una condena de once años por un alijo de 188 kilos de cocaína incautado en 2001. Una vez en libertad, Balbastre se puso en contacto con el agente FIFA Zoran Matijevic.

El papel asignado por las investigaciones a cada detenido es muy diferente. Así, como adelantó ayer Público, el presunto jefe de la trama era Matijevic. Éste tenía como lugarteniente al ex jugador serbio Predraj Stankovic. Ambos fueron, según las pesquisas, los que pusieron los 12 millones de euros que costó el alijo en Colombia.

Por debajo, la Policía sitúa a Balbastre, 'el delegado de la trama en España'. En el tercer nivel estaba el resto de detenidos, entre ellos Carlos de la Vega, lateral derecho del Rayo Vallecano; Jesús Emilio Díaz de Mier, Txutxi, ex del Athletic y del Hércules; y Pablo Acosta, agente de jugadores. 'Ellos se encargaron presuntamente de alquilar la nave y los pisos donde iban a ocultar la droga, además de conseguir los coches', apuntan fuentes policiales.