'Avanzaremos un metro y retrocederemos 98 centímentros, pero estoy seguro que el Estado europeo saldrá adelante'. El pensador italiano Claudio Magris hizo ayer esta reflexión durante la conferencia que ofreció en el Hay Festival. Para él, 'hoy no tiene sentido que si, por ejemplo, Alemania entra en crisis, el resto de países diga que es cosa de los alemanes'. También sobre la inmigración y el asilo hizo hincapié en la homogeneización de las leyes europeas. 'No se puede tratar a un inmigrante de forma distinta en un país o en otro', afirmó.

En relación a los valores europeos, Magris se quejó de que se hable de ellos 'como si fueran una mercancía'. Según él, si se quiere hablar de una cultura europea, debe haber una tradición, esa que principalmente diferencia a los europeos de otros estados como el norteamericano. 'En Europa, el estado siempre está al servicio del individuo, no al revés. En Europa no puede aparecen leyes que privaticen por ejemplo la seguridad. No es sólo una injusticia, sino una automutilación', señaló.

Sobre el primer ministro Silvio Berlusconi no quiso alargarse mucho: '¿Dónde se ha visto que un político le ponga los cuernos a otro político en una foto? Es como si yo hubiera venido aquí en calzoncillos'. Recordó con estas palabras el concepto de 'política pop' con que definió este comportamiento político la semana pasada en Madrid. A pesar de ello, cree que, por suerte, Italia sigue siendo un país libre. 'En realidad, es peor la censura que te impone el mercado'.

Conocido filogermánico, antes las inmediatas eleccciones en Alemania, Magris señaló al gobierno de Angela Merkel como un gabinete que 'aunque yo nunca le hubiera votado, sí reconozco que le ha hecho frente a todos los problemas'.