Cientos de miles de sirios participan en actos organizados de apoyo a Asad
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Cientos de miles de personas participaron hoy en multitudinarias manifestaciones organizadas en las principales ciudades de Siria en apoyo al presidente del país, Bachar al Asad, dos semanas después del estallido de unas protestas duramente reprimidas.
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Frases como "Urgente: la conspiración ha fracasado" o "Hemos hecho caer la conspiración y las divisiones sectarias", se podían leer en las pancartas de los participantes, en su mayoría funcionarios que marcharon en ciudades como Damasco, Alepo, Hama o Hasake, de acuerdo con las imágenes de la televisión estatal.
Esta cobertura contrasta con el bloqueo informativo de las protestas populares que prendieron en la localidad meridional de Deraa a mediados de mes y que se extendieron por varias ciudades del país, como Damasco, Alepo (en el norte) y, especialmente, Latakia (en la costa).
En las concentraciones de hoy un gran número de manifestantes portaban banderas sirias y retratos de Bachar al Asad, mientras gritaban eslóganes a favor del presidente, que en el 2000 sucedió en el puesto a su padre, Hafez al Asad.
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El canal de televisión catarí Al Yazira, citando fuentes sin identificar, informó de que se espera que en las próximas horas renuncie el Gobierno sirio.
Asimismo, según declaró ayer a varios medios de información el ministro de Exteriores sirio, Faruk al Sharaa, Al Asad ofrecerá un discurso a la nación, aunque no precisó cuándo se producirá.
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A mediados de marzo comenzaron las protestas en varias poblaciones del país exigiendo reformas democráticas y la supresión de la ley de emergencia, vigente desde 1963.
Las concentraciones fueron duramente reprimidas en Deraa, a unos 100 kilómetros al sur de Damasco, con decenas de muertos y donde la población continuó saliendo a la calle en manifestaciones pacíficas.
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Activistas de la oposición y residentes en Deraa denunciaron que la policía disparó contra los manifestantes, una información negada por las autoridades sirias, que han sostenido que bandas armadas se infiltraron entre los manifestantes para provocar a las fuerzas de seguridad.
El régimen se ha apresurado a asegurar que es blanco de un complot inspirado desde el extranjero para castigar al país por su apoyo de grupos opuestos a EEUU, en una clara referencia al grupo chií libanés Hizbulá, al palestino Hamás y a las buenas relaciones con Irán.
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Estas exigencias reformistas se extendieron a Damasco y Latakia, en el norte del país, donde el Ejército se desplegó para controlar la situación y hasta hoy han causado la muerte de más de 70 personas.
Para intentar aplacarlas, las autoridades han prometido en varias la introducción de reformas, entre ellas la derogación de la ley de emergencia, pero sin dar una fecha precisa.