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Cientos de madrileños paran el desahucio de una activista de la PAH

Éste era el segundo intento de desalojo por impago del alquiler de Marisa, parada de larga duración de 62 años y conocida activista de Madrid. La orden de lanzamiento se ha aplazado al 14 de noviembre

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"¡Con la gente sí se puede! ¡Vamos a cambiar todo esto!" Lo podría haber dicho Marisa en cualquiera de los desahucios a los que ha asistido en los últimos años para intentar que no se ejecutasen. Pero hoy lo ha dicho en la puerta de su propia vivienda, minutos después de que unas 200 personas, entre ellos muchos de sus amigos y compañeros, hayan conseguido parar su propio desalojo ordenado por el impago del alquiler en la calle Hernán Cortés en el madrileño barrio de Malasaña, al lado de Fuencarral. La comisión judicial ha rehusado intentarlo cuando los activistas, manos en alto, no han permitido avanzar a los agentes de Policía. Éste era el segundo intento de desahucio de Marisa, después de que el pasado 8 de julio cientos de personas también lo paran a pie de calle. Pero no será el último, la orden de lanzamiento se ha aplazado al próximo 14 de noviembre.

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Marisa tiene 62 años y es parada de larga duración, en la actualidad carece de ningún ingreso, pues aún le faltan varios años para llegar a la edad de jubilación y poder cobrar algo de pensión. En este tiempo, ha intentado pedir una vivienda a los organismos públicos del IVIMA y la EMV, pero se ha encontrado todas las puertas cerradas. Por vía judicial no hay nada que hacer, la ley española protege al propietario antes que al inquilino sea cual sea su situación. En este caso, el propietario tiene varios pisos en alquiler repartidos por la capital.

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"Con la actual ley el inquilino está totalmente desprotegido y los poderes públicos no dan ninguna solución" 

"Estamos aquí porque la quieren desahuciar y el Estado, mientras hace negocio vendiendo viviendas sociales, no le da alternativa habitacional a una persona de 62 años que se va a quedar en la calle" afirmaba una portavoz de la Asamblea de Vivienda de Madrid, donde también participaba desde hace tiempo Marisa, conocida activista de otros espacios como el Patio Maravillas o, hace algún tiempo, Democracia Real Ya. "Con la actual ley el inquilino está totalmente desprotegido y los poderes públicos no dan ninguna solución" añade la portavoz.

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Desde las 11:00 horas más de un centenar de personas se reunían en la puerta de la casa de Marisa para impedir este desahucio por segunda vez. Concentradas en la calle Fuencarral a grito de "no toleramos ni un desahucio más". A las 13:00, cuando han llegado la Policía y la comisión judicial, los activistas han impedido que los agentes pasaran por Fuencarral para entrar en la calle Hernán Cortés. Tras unos minutos de tensión, se han retirado entre los aplausos de los manifestantes.

"No se puede vivir así con esta angustia. Yo no he hecho nada malo", se lamentaba Marisa en la puerta de su casa entre abrazos de sus compañeros que celebraban esta pequeña y provisional victoria. "Ahora voy a intentar buscar trabajo y encontrar una vivienda digna, pero lo que el Gobierno no puede hacer es echar a la gente de sus casas para dejarla en la calle. Nos están convirtiendo en esclavos, si no hay trabajo no podemos vivir y pagar la vivienda" añadía a continuación. El 14 de noviembre, volverán a intentar parar el desahucio de Marisa por tercera vez.

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