Se cumplió la profecía que los propios agentes sociales llevaban preconizando desde hace semanas y el Diálogo Social murió ayer, a punto de llegar a la orilla del acuerdo. Gobierno, patronal y sindicatos dieron por rotas las negociaciones al filo de las seis de la mañana de ayer, después de encallar en una de las claves de la futura reforma laboral: las causas para recurrir al despido objetivo, indemnizado con 20 días por año trabajado.

En las diez horas y media que los agentes sociales estuvieron reunidos en el Ministerio de Trabajo, se sucedieron los borradores, que resultaron papel mojado ante la incapacidad de los agentes sociales de acordar un catálogo de razones para declarar un despido objetivo. Gobierno y patronal promovieron la tesis de que las pérdidas económicas deberían ser motivo suficiente para poder despedir, pero se oponen los sindicatos, ya que temen que algunas compañías manipulen su contabilidad para organizar despidos colectivos o individuales.

El otro punto que sembró la discrepancia entre los agentes sociales fue el destinado a introducir flexibilidad interna en las empresas. Esta materia está en el ámbito de la negociación colectiva que patronal y sindicatos han intentado negociar de forma separada y sin éxito durante el último mes. El Ejecutivo se ha decidido a introducir algunos elementos en la organización del trabajo ante las demandas más recurrentes de los organismos internacionales. Sin embargo, según fuentes sindicales, la patronal se quiso arrogar el derecho de tener la última palabra en la organización del tiempo del trabajo, algo a lo que se opusieron rotundamente CCOO y UGT lo que provocó el final de las conversaciones.

Estas dos cuestiones monopolizaron las últimas horas del debate, a partir de las 3 de la mañana, cuando llegaron los refuerzos 'técnicos' de patronal y sindicatos a matizar las aristas de la negociación. El Gobierno ha quedado en presentar hoy, a partir de las 6 de la tarde, a los agentes sociales el documento final que llevará a consultas con los partidos políticos durante el fin de semana. Este texto ya no será de negociación sino simplemente a título informativo. La patronal ha pedido, expresamente, que la reunión no sea tripartita y se puedan entrevistar a solas con el Gobierno.

El texto que se presente hoy no tiene por qué recoger las medidas tal y como se discutieron ayer (ver información adjunta), ya que, como recuerdan fuentes de la negociación, 'no estará hecho para buscar un acuerdo' con los agentes sociales. Con todo, CCOO y UGT creen que será pronto para evaluar el carácter 'lesivo' de la propuesta ya que la negociación con los partidos políticos puede alterar las consideraciones finales. En concreto, los sindicatos temen que la necesidad de contar con el apoyo de un grupo conservador como CiU termine escorando la propuesta del Gobierno hacia las peticiones de la patronal.