La Carolina: apariencia suave, corazón salvaje

A poco más de cinco kilómetros de Águilas, en Murcia, la playa de La Carolina encierra un corazón salvaje dentro de sus finas arenas y su perfil amable. Tres elementos geográficos parecen ocultarla a los ojos del visitante cual vergonzosa muchacha: el peñón del castillo de San Juan de las Águilas, la isla del Fraile y el cabo Cope. Entre ellos, el perfil de La Carolina despunta sobre el conjunto de la costa aguileña, donde no es fácil destacar: hasta 35 playas recorren este litoral.

Y sin embargo, La Carolina lo hace aunando a su valor playero su alto interés geológico, que le ha valido ser reconocida como uno de los espacios del Paisaje Protegido de Cuatro Calas. De su carácter a la par dulce y suave da fe la combinación entre arenas finas y aparentemente tranquilas y la presencia de flancos rocosos y de fuerte oleaje. Playa semiurbana con un alto grado de ocupación, estas características la hacen especialmente apropiada para la práctica del buceo.

Con sus menos de trescientos metros de longitud, La Carolina se configura como la playa más meridional de Murcia. Muy próxima a la almeriense de los Cocedores o Cala Cerrada, se encuentra dentro de la zona litoral conocida como "Costa Cálida". En este territorio, los ásperos paisajes de montaña se prolongan hasta el borde del mar y las localidades pesqueras conviven con paraísos naturales y con el complejo turístico de La Manga del Mar Menor.

Sería un error acercarse hasta La Carolina y no dedicar atención a otros puntos de su entorno que también merecen una visita. La isla del Fraile, el impresionante cabo Cope o las vistas del peñón de Las Águilas son algunos de ellos. Lorca es una de las ciudades más monumentales de toda la provincia, y su Plaza de España, con el edificio del Ayuntamiento, el Palacio del Corregidor, el pósito de grano y la ex colegiata de San Patricio, su elemento más destacado.