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Bush defenderá el rescate en TV para limar las reticencias del Congreso

EFE

La crisis financiera que vive EE.UU. adquirió hoy una nueva dimensión en la campaña electoral y la falta de acuerdo para solucionarla forzó al Gobierno a redoblar los esfuerzos con el objetivo de superar en el Congreso la reticencia que provoca el rescate sin precedentes que propone el Ejecutivo.

El presidente de EE.UU., George W. Bush, se dirigirá hoy al país en horario de máxima audiencia para hablar de la crisis y empujar la aprobación del rescate económico por importe de 700.000 millones de dólares.

El secretario del Tesoro, Henry Paulson, y el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, que hoy comparecieron por segundo día para limar las reticencias del Congreso, advirtieron de nuevo que si el paquete de medidas no sale adelante la economía de EE.UU. estará abocada a un caos similar al de la Gran Depresión de 1929.

Con este argumento, Bernanke pidió con urgencia a la Legislatura para que otorgue al Gobierno 700.000 millones de dólares para intervenir en los mercados y comprar la deuda "tóxica" que la banca tiene en sus balances.

En esta segunda comparecencia, los congresistas dieron a los dos responsables económicos el mismo recibimiento frío y escéptico que demostraron ayer los senadores del Comité de la Banca.

"Los contribuyentes están muy enfadados por esto", dijo, por ejemplo, el senador Sam Brownback, el republicano de mayor rango del Comité.

"La idea de que votaremos sobre 700.000 millones de dólares hoy o mañana es irresponsable", afirmó, por su parte, el congresista demócrata Lloyd Doggett.

Bernanke les respondió con el argumento de que si no se hace nada, las cosas se pondrán mucho más feas.

"La intensificación de las tensiones financieras en las últimas semanas, que harán a los prestamistas aún más cautos a la hora de extender créditos a las familias y las empresas, podría suponer un freno significativo adicional al crecimiento", alertó Bernanke.

Lo anterior apunta a la debilidad económica en EE.UU. en la segunda mitad de este año, según Bernanke, y a una recuperación gradual en 2009, "a medida que los mercados financieros vuelvan a la normalidad y la contracción inmobiliaria sigue su curso".

También el Fondo Monetario Internacional (FMI) aportó su grano de arena a la descripción de la crisis y dijo que su cálculo del costo para las instituciones financieras lo había elevado en más de un 30 por ciento, hasta los 1,3 billones de dólares.

En este momento clave en la negociación del paquete, el presidente Bush canceló los actos que tenía en Florida y se dirigió a Washington, donde esta noche hablará desde la Casa Blanca a toda la nación sobre la crisis financiera y cómo la debacle afecta al ciudadano medio.

El discurso televisado, un recurso que la Casa Blanca utiliza solo en momentos de extrema importancia, se emitirá a las 9 de la noche (01.00 GMT del jueves), y tendrá una duración de entre 12 y 14 minutos.

La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, explicó que el presidente quiere "contarles directamente a los ciudadanos" estadounidenses cómo la crisis les puede afectar y ayudarles a entender la magnitud del problema.

En el Congreso, ninguno de los legisladores rechazó de plano el programa que propone el Gobierno, pero nadie le dio su respaldo sin objeciones.

Para sacar adelante el paquete, el Gobierno tuvo que hacer algunas concesiones a los congresistas, entre ellas la de poner un límite a los salarios de ejecutivos de las instituciones financieras que se beneficien del programa de rescate.

"Los estadounidenses están enfadados sobre la compensación de los ejecutivos y con razón", dijo Paulson.

"Este es un problema serio y estoy de acuerdo. Debemos encontrar una forma para resolverlo en el proyecto de ley sin socavar la efectividad del programa", añadió.

Algunos de los gigantes rescatados de la crisis por el Gobierno en los últimos días se enfrentan a otro problema adicional, al estar bajo investigación por un presunto fraude en el negocio de las hipotecas de alto riesgo.

El FBI ha abierto una investigación a las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, y la aseguradora AIG, intervenidas por el Gobierno, así como el banco de inversión quebrado Lehman Brothers, en lo que supone una nueva ramificación en la crisis que atraviesa el sector financiero.

La gravedad de la crisis financiera en EE.UU. llevó hoy al candidato presidencial republicano John McCain a cancelar sus actos electorales a partir de mañana y a pedir que se aplace el debate del viernes, a lo que su rival demócrata, Barack Obama, no ha accedido.

"Ha llegado el momento de que los dos partidos se unan para solucionar este problema", dijo el senador por Arizona.

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