"Buenas conductas" para el capitalismo del siglo XXI
El filósofo Joseph Heath reivindica un cambio en la ética para afrontar la crisis
Publicidad
El sistema funciona y no hay que oponerse a él, sino dedicar esfuerzos a mejorarlo. No sabemos cómo ni cuándo, pero la crisis pasará y aquella "refundación del capitalismo" quedará en una forzosa regulación del mercado. La sociedad pide y los tiempos ofrecerán una economía ética y "de buenas conductas".
Publicidad
Estas son las conclusiones que Joseph Heath, profesor de la Universidad de Toroto, expone en Lucro sucio. Economía para los que odien el capitalismo (Taurus), un libro para aquellos que, pese a estar alejados de la ciencia económica, "se interesan en los pros y contras del capitalismo".
Heath, de visita ayer en Madrid, se explica con maneras de experto aunque su especialidad es la filosofía. Autor del superventas Rebelarse vende, en el que se afanó en demostrar que la contracultura carece de autoridad y no es sino otra víctima del consumismo, hace gala del sentido común para analizar el momento.
"Los economistas se autoflagelan pensando qué hicieron mal para provocar la crisis. No entienden sus errores y no quieren reformar sus principios. Pero es fácil: han de renunciar, por ejemplo, a la especulación", reflexiona.
Publicidad
De nuevo, el autor canadiense desmonta mitos y reparte en todas las direcciones. Su obra se divide en dos partes, "falacias de derechas" y "falacias de izquierdas". En el primer grupo, se desarman teorías como que "el capitalismo es natural" o que "la justicia social no tiene relación con la economía". En el segundo, que el capitalismo "esté condenado". Poco importa, porque "las diferencias entre las políticas económicas de los partidos son cada vez son más estrechas", dice.
Aunque el enfermo aún no mejora, Heath tiene claro que el sistema es más fuerte de lo que parece. "Lo novedoso de esta crisis es que se ha propagado como un virus. Habrá cambios, como cuando se asumieron las teorías de Keynes, pero no, el capitalismo no va a desaparecer".
Publicidad
El pensador apuesta por un cambio en lo ético para repara las políticas torticeras: "Se aplaudieron las compensaciones a ejecutivos y se impulsó a la gente a que invirtiese en entidades de capital de riesgo". Mal. "Todo eso va a cambiar. Es irremediable, porque el mercado no es natural, es una acción colectiva. Y para que funcione tiene que haber reglas, limitaciones e intervención. Necesita una policía", concluye.