Las bolsas europeas seguían cayendo a mediodía del viernes por la preocupación de los inversores por los problemas de deuda soberana en la zona euro y en un clima de nerviosismo previo al crucial dato de empleo en Estados Unidos.

A las 11:47 GMT, el índice paneuropeo FTESEurofirst caía un 2,1 por ciento a 972,39 puntos, tras haber marcado su peor nivel desde principios del pasado mes de noviembre en 970,33 puntos.

"Todo tiene que ver con Grecia, España y Portugal. El mercado está preocupado por si los países periféricos de Europa contagiarán al conjunto de la zona euro", dijo Jim Wood-Smith, responsable de análisis de Williams de Broe.

"Nadie da nada por hecho. Vemos que los diferenciales de los CDS germanos se están ampliando, lo que sugiere que hay cierto grado de irracionalidad y temor en estos momentos (..) porque no hay posibilidad alguna de que Alemania vaya a suspender pagos", añadió.

El coste de asegurar contra impago la deuda de Grecia, Portugal y España se disparaba hasta niveles récord, mientras los diferenciales con el bono alemán subían con fuerza.

Los bancos estaban entre los principales perdedores iniciales. Banco Santander, Barclays, BNP Paribas y Credit Suisse caían entre el 2,1 por ciento y el 3,7 por ciento.

El broker británico ICAP se desplomaba un 18 por ciento después de decepcionar con sus previsiones anuales.

También bajaban hoy las energéticas. La británica BG Group se dejaba un 4,7 por ciento tras no alcanzar las expectativas con sus resultados del cuarto trimestre, mientras las petroleras BP, Royal Dutch Shell y Total bajaban entre el 1,4 por ciento y el 2,3 por ciento.

Los mercados financieros de todo el mundo están sufriendo esta semana el temor a que Grecia y otros miembros meridionales de la zona euro como Portugal y España impidan o incluso desbaraten la recuperación económica que hizo subir las bolsas el año pasado.

Los inversores actuaban en todo caso con cautela antes de las cifras de empleo no agrícola de EEUU. Las previsiones de Reuters son de un aumento del empleo de 5.000 personas en enero tras un inesperado descenso de 85.000 en diciembre.