La bolsa española invirtió las ganancias de la mañana y cerró con una caída de más de un uno y medio por ciento el jueves hasta perder el nivel de los 11.000 puntos, arrastrado por los descensos de Wall Street ante nuevas dudas sobre la salud de la recuperación económica.

"Sigue la preocupación por la deuda de Grecia, España y Portugal, y el miedo dirige el sentimiento inversor", dijo Alberto Castillo, analista de Capital Bolsa.

En el mismo sentido se manifestaron otros analistas.

"Continúa creciendo la desconfianza hacia Grecia, y a pesar de que hay empresas que baten resultados, los inversores parecen centrar su atención en aquellas que lo hacen mal", dijo Ivan San Félix, analista de Renta 4.

En España, Santander se dejó un 1,86 por ciento a 10,03 euros y BBVA perdió un 2,57 por ciento a 10,975 euros. El selectivo bancario en Europa se depreció un 1,92 por ciento.

Telefónica también lastraba al selectivo español cediendo un 2,84 por ciento a 17,275 euros.

Otros grandes valores como Iberdrola y Repsol se dejaron un 1,87 por ciento y un 1,55 por ciento, respectivamente.

Entre los bancos de mediana capitalización, Popular se dejó un 2,91 por ciento, Bankinter perdió un 0,66 por ciento y Banesto se depreció un 2,94 por ciento.

Sabadell, que el jueves anunció unos resultados mejores a los previstos, perdió un 1,76 por ciento.

Con este contexto bajista, el Ibex-35 perdió un 1,93 por ciento 10.829,3, y el índice general de la Bolsa de Madrid cayó un 1,91 por ciento a 1.127,82 unidades.

El valor que más bajó en el selectivo fue Indra, que se perdió un 5,16 por ciento después de que el mercado reaccionara con ventas ante objetivos conservadores publicados por la tecnológica tras el cierre de la víspera.

La fabricante de hemoderivados Grifols bajó un 4,22 por ciento en Madrid, siguiendo la estela bajista trazada en Nueva York por su rival Baxter.

El valor de mejor comportamiento del selectivo fue Inditex, en un entorno favorable a las textiles después de que la sueca Hennes & Mauritz avivara esperanzas de recuperación en 2010 al anunciar un fuerte incremento en las ventas de diciembre y enero, y batir las expectativas con sus beneficios del cuarto trimestre de 2009.

Ebro Puleva se apreció un 0,99 por ciento tras confirmar que estudiará ofertas recibidas por su negocio lácteo, que analistas valoran en torno a 500 millones de euros.