Blanco usará las obras para combatir la crisis
El nuevo ministro de Fomento quiere mejorar la productividad
Publicidad
Un auténtico baño de políticos (estuvo casi todo el Gobierno), empresarios y medios de comunicación recibió este miércoles al ministro de Fomento, José Blanco. La toma de posesión, la última que se celebró antes del primer Consejo de Ministros tras la remodelación del Ejecutivo, fue multitudinaria. Blanco se estrenó prometiendo usar la inversión en infraestructuras para combatir la crisis e intentar anticipar la recuperación.
Publicidad
El flamante ministro, que relevó a una Magdalena Álvarez visiblemente emocionada, afirmó que su cartera "es uno de los más potentes instrumentos" del Estado que "hay que usar con inteligencia", sobre todo en momentos difíciles, "como ahora". Blanco marcó dos líneas en su gestión. La primera es "combatir los efectos de la crisis, ayudar a los que más la padecen y anticipar en lo posible la recuperación". Además, hay que "preparar las infraestructuras para el futuro" y "poner en pie un nuevo modelo de crecimiento y producción, lo que significa reparar y reconstruir a la vez".
En este marco, las infraestruc-turas "se orientarán a la mejora de la productividad". Para explicar su hoja de ruta, que seguirá el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) 2005-2020 aprobado por su antecesora, pidió comparecer en el Congreso.
Minutos antes, se despedía Magdalena Álvarez, con una frase del escritor ruso Gorki: "Todo pasará, pero lo hecho, hecho queda". Luego, engullida por las cámaras y casi llorosa, dijo: "Me voy sin ninguna espinita clavada; si hay una espina, me la quito y sigo para adelante", informa Europa Press. Álvarez no quiso desvelar si irá en las listas del PSOE para las elecciones europeas. Fuentes del sector dan por hecha la renovación casi total de su equipo. Como muestra, Josefina Cruz, secretaria de Estado de Infraestructuras, vuelve a la docencia en la Universidad de Sevilla.
Publicidad
Tras los discursos, saludar al nuevo ministro se convirtió en una prueba de habilidad entre la multitud.
Esperanza Aguirre, enemiga de Álvarez a la que calificó de "castigo para los madrileños" acudió invitada por Blanco y fue la primera a la que saludó, además de la única del PP entre los presidentes autonómicos. Acudieron también Miguel Ángel Revilla (Cantabria), Francesc Antich (Baleares), y Marcelino Iglesias (Aragón). Los presidentes de las grandes constructoras se disputaron un hueco para felicitar al ministro. No faltaron al acto Florentino Pérez (ACS), Rafael del Pino (Ferrovial) y José Manuel Entrecanales (Acciona).