El futbolista inglés David Beckham estará también presente en el XLVI Super Bowl del próximo domingo para vender de nuevo su imagen en un gran evento deportivo y esta vez con la compañía de diseño de ropa H&M.

Beckham asistirá al partido que van a disputar los equipos de los Patriots de Nueva Inglaterra y los Giants de Nueva York en el Lucas Field Stadium, de Indianápolis, mientras que a través de la televisión la marca sueca emitirá un anuncio publicitario con su figura para promocionar la ropa interior masculina.

El centrocampista del Galaxy de Los Ángeles presentará el anuncio de H&M en el espacio publicitario considerado como el más costoso y por ello más seguido de la historia de la televisión.

Se espera que a Beckham lo puedan ver por televisión 160 millones de personas, en lo que será el estreno de la promoción de ropa interior que protagonizará el futbolista.

La millonaria campaña publicitaria ha generado debate de sobre si la sociedad estadounidense se identifica o no con la estrella británica, y de si será una apuesta que se refleje en las ventas o no, y es que cada anuncio de 30 segundos está valorado en 3,5 millones de dólares.

Para esta multimillonaria promoción de la marca de ropa y complementos, Beckham cuenta con el beneplácito de Bruce Arena, el técnico del Galaxy, que le ha dado permiso para que falte a los entrenamientos del equipo durante toda esta semana y pueda cumplir con sus compromisos publicitarios.

Beckham viajó a Londres este lunes para formar parte de una promoción en la capital inglesa, en la que se destaparon unas estatuas a la imagen y semejanza del vigente campeón de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos (MLS).

Beckham, rodeado de admiradoras y curiosos, posó para los medios y aseguró que no quiere aparecer en más anuncios sin ropa, "mis hijos lo detestan", llegó a comentar, según la prensa británica.

Se espera que en Indianápolis también tenga un perfil destacado para promocionar no solo la imagen de la compañía sueca sino también a la suya propia, la del Galaxy y la de la MLS, que se encuentra a las puertas de una nueva temporada en la que buscará con su equipo revalidar el título de campeón.

Beckham, que el pasado año cumplió las cinco temporadas del contrato que firmó con el Galaxy, en el 2007, por 32,5 millones de dólares, ha renovado por dos más con el equipo angelino para tener un salario que supera los seis millones de dólares, y el derecho a comprar una franquicia de la MLS cuando se retire como jugador.