La batalla por el control del PSOE de Castilla y León revive en el Ayuntamiento de Valladolid
El portavoz municipal, cercano a Óscar López, exigió la dimisión de uno de sus ediles afín al líder regional, Julio Villarrubia, porque cuestionó su labor de oposición. El concejal díscolo
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Los socialistas de Castilla y León han sido testigos en las últimas horas de un nuevo episodio interno que no ha hecho más que reflejar una vez más la guerra fraticida que existe entre sus filas por el control del partido entre los afines al secretario general regional, Julio Villarrubia, y los seguidores del portavoz en Las Cortes y número tres del PSOE a nivel federal, Óscar López.
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Esta vez la batalla -que a última hora de la tarde de ayer se había dado por zanjada- se trasladó al grupo municipal socialista del Ayuntamiento de Valladolid. Todo comenzó cuando esta misma semana uno de los nueve concejales socialistas del consistorio, Juan José Zancada, concedía una entrevista a La 8, cadena de televisión local de la capital vallisoletana. El edil, que es además el portavoz del PSOE en la Diputación provincial así como miembro de la Ejecutiva autonómica, mantiene desde hace tiempo un enfrentamiento personal dentro del municipio ya que él es de la máxima confianza de Villarrubia, si bien el grupo municipal está controlado por los cercanos a López.
Pues bien, en la mencionada entrevista televisiva Zancada cuestionó la labor de oposición que ejercen sus propios compañeros en el Ayuntamiento de Valladolid, y que ha hecho que en los últimos meses el grupo haya ido a los tribunales en diversas ocasiones para hacer frente a los casos de corrupción que salpican al PP de Francisco Javier León de la Riva. Abogó por hacer más hincapié en las políticas sociales y menos en las cuestiones judiciales.
Estas declaraciones no sentaron nada bien a Óscar Puente, portavoz de los socialistas en el consistorio vallisoletano y persona cercana a Óscar López. Y tanto es así, que el miércoles invitó a Zancada a abandonar el Grupo Municipal Socialista emplazándole a pasarse al Grupo Mixto. Le dio de plazo hasta ayer al mediodía. Si no, iniciaría el procedimiento de expulsión por su comportamiento "desleal" con la labor del resto de sus compañeros en el consistorio.
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Este golpe encima de la mesa que dio Puente fue cuestionado de inmediato por la dirección regional del partido que está en manos de Villarrubia. El secretario de Organización del PSOE de Castilla y León, Julián Simón de la Torre, aseguró ayer en declaraciones a la agencia Europa Press que Zancada sólo tendría que entregar su acta de diputado si él así lo consideraba o si un órgano del partido se lo demandaba. En ningún caso porque se lo exigiera el presidente del Grupo Municipal.
Finalmente Zancada no se fue, pero a primera hora de la tarde de ayer si dio su brazo a torcer y pidió perdón. El socialista convocó una rueda de prensa de urgencia en la sede de la Diputación vallisoletana. "El objetivo no era molestar a nadie, y lo importante es centrarse en los problemas de la sociedad", aseguraba, según informaban diferentes medios locales.
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Este diario telefoneó tanto a Puente como a Zancada si bien a última hora de la tarde de ayer no había conseguido contactar con ninguno de ellos. No obstante, fuentes socialistas del sector cercano a Óscar López han querido dejar claro que en la resolución de la crisis no ha habido ninguna negociación entre el número tres del PSOE y Julio Villarrubia. Atribuyen las disculpas del concejal díscolo al golpe de autoridad de Puente.
Uno de los episodios más graves del pulso que mantienen López y Villarrubia en Castilla y León se dio el pasado mes de marzo cuando el Grupo Municipal Socialista de Ponferrada (León) puso en marcha una moción de censura en el consistorio para desbancar al PP con la ayuda del concejal Ismael Álvarez, exalcalde conservador que fue condenado por acoso sexual. Los seguidores de uno y otro dirigente se echaron entonces la culpa de lo que ocurrió, y que supuso todo un mazazo para los socialistas de León, provincia en la que el partido tiene mayor peso.