Barcoj: A mí la tarjeta me la da Rato "y entiendo que si me la da él, es un tema legal"
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El exdirector financiero de Caja Madrid Ildefonso Sánchez Barcoj aseguró ante el juez central de instrucción 4, Fernando Andreu, que la tarjeta B que tuvo en Bankia con Rodrigo Rato al frente de la entidad se la dio el presidente y que no dudó de la legalidad. "Entiendo que si me la da él, es un tema legal".
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El considerado responsable de la emisión de las tarjetas desmiente cualquier vinculación suya con su emisión, que en todo momento atribuye a los expresidentes de la entidad Miguel Blesa y Rodrigo Rato. "El primer conocimiento que tengo de las tarjetas es cuando se me comunica que se me va a asignar una", destaca Barcoj que fija en 1999, o un poco antes, el año que en que recibió el plástico opaco al fisco. "Me lo comunicó el presidente y me la dio físicamente el director de Medios, Manuel Gutiérrez", resalta Barcoj: "Se me comunicó que era un complemento retributivo que se podía utilizar con flexibilidad". ¿Qué entiende con flexibilidad? Para él, permite el uso privado y público al ser un complemento retributivo.
Declaración de Ildefondo Sánchez Barcoj ante el juez Fernando Andreu
"Nunca hubo un número dos en Caja Madrid y hay un ‘peine de dependencias' de directivos" hacia Miguel Blesa, destaca Barcoj. ¿Quién emitía el plástico? "El departamento donde está tarjetas, que es Sistemas y Operaciones". "El presidente [Blesa] planteaba quiénes eran los beneficiarios" de las tarjetas, destaca Barcoj en su declaración en la que dice no saber quién determinaba las retribuciones de los consejeros, decisión que residencia en "los órganos de gobierno". "Yo ni las concedía, ni asignaba los límites, ni las retiraba", de eso se ocupaba el departamento de Sistemas, reitera Barcoj en la declaración.
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Durante el interrogatorio, se le recuerda que el informe de Auditoría remitido al juzgado sostiene que las tarjetas eran gestionadas por Barcoj. "No es exactamente así". Realmente, lo que el presidente le decía al director de Medios "hay que emitir una tarjeta para esta persona con un presupuesto anual. Las tarjetas funcionan operativamente con un límite mensual... había que controlar que esa persona no excediera del presupuesto que le había asignado su superior". Era para él "una actividad ordinaria", que él encargaba a sus secretarias: "no creí que tuviera mayor importancia".
Agrega que la cantidad que tenían era "neta" y que a final de año se les decía los conceptos por los que había que declarar. Y no recuerda que el dinero que percibía en la tarjeta lo declaraba a Hacienda. ¿Le practicaba la entidad alguna retención por este concepto? "No"
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Sobre Rato, explica que retomó la concesión de las tarjetas que se habían extinguido a finales de 2011, con la disolución de Caja Madrid en Bankia. En febrero de 2012, él recibe de Rato una nueva aunque asegura que el hecho le extrañó porque se acababa de aprobar un real decreto que limitaba las retribuciones de los altos cargos de las cajas. "A mí me la da el presidente y entiendo que si me la da el presidente es un tema legal. Entiendo que tiene las autorizaciones pertinentes", añade el exdirectivo. Sin embargo, el pasado mes de junio, el director de recursos humanos le comunica que no aparece la autorización, una llamada telefónica que le sorprende visitando los yacimientos de Atapuerca (Burgos) en familia.
Barcoj resumió así aquella conversación del pasado verano: "¿Qué me estás diciendo? ¿Que esto era alegal? Si no hay autorización, si en el marasmo de la creación de Bankia al presidente se le ha pasado pedir autorización, no hay más que discutir, dime cuánto es el importe de la tarjeta y lo abono". "Bankia me dice que no han encontrado aprobación de esa tarjeta y si ellos creen que hay que devolver el dinero, no hay opción", añade. En Caja Madrid, Sánchez Barcoj explicó que esa autorización para las tarjetas era de 1994, un dato que dice conocer por la auditoría realizada en la investigación. En esta entidad, era la presidencia de Blesa la que autorizaba las tarjetas y su límite de gasto y su departamento se limitaba a ejecutar las órdenes, según sus palabras.
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En otro momento de la declaración, Sánchez Barcoj explicó que el Banco de España tenía inspectores permanentemente en Caja Madrid y que podían haber tenido acceso a toda la información si hubiesen querido, pero que él desconoce qué llegaron a saber. "Podían conocerlo si hubiesen accedido, sin problema", afirmó ante el juez, para añadir: "Tenían terminales para acceder 'on line' a cualquier operación de cualquier tipo que se estuviese efectuando", dijo ante el juez.
Y sobre la cuenta en la que se cargaban los gastos, Sánchez Barcoj defendió en el juzgado que no era "ni mucho menos una cuenta oculta", sino "una cuenta de gastos" que se podía consultar. También aseguró que la cuenta se denominaba "Regularización por fraudes, negligencias y deficiencias de los sistemas" y que con esta referencia hubiera sido revisada "obligatoriamente" por cualquier inspector.
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Sánchez Barcoj también subrayó en su declaración que no declaró nunca al fisco el uso de la tarjeta porque nadie se lo indicó y porque se le comunicó que era un dinero "neto" dentro de sus complementos retributivos. "Yo declaraba las cantidades que nos comunicaban que teníamos que declarar", afirmó, cantidades entre las que no estaba el gasto de esta tarjeta.