El Banco Mundial advierte de la inestabilidad del euro
El organismo cree que el "nerviosismo en los mercados" podría ralentizar la recuperación
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El Banco Mundial (BM) ha dado este miércoles un tímido apoyo a la economía europea al preveer que los últimos movimientos especuladores "probablemente" no tendrán efecto.
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En su último informe actualizado, Perspectivas Económicas Globales (el informe en PDF), el organismo afirma que "no están claras" las posibles repercusiones del renovado nerviosismo de los inversores sobre la deuda soberana de algunos de los países de la zona euro.
Sin embargo destaca que "el escenario más probable (...) asume que aunque el nerviosismo continúa, tendrá un impacto limitado sobre la economía real como ocurrió en mayo del 2010 cuando tuvo lugar la primera ronda de nerviosismo sobre la deuda soberana europea", destaca el informe.
El análisis recuerda la presión a la que se vieron sometidos en los últimos meses del 2010 países como Irlanda, así como Bélgica, Grecia, Irlanda, Italia, Portugal y España.
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En este sentido, el economista jefe del BM, Justin Yifu Lin, afirmó que el proceso de recuperación en marcha en la economía global es estable pero alertó de la existencia de riesgos que podrían truncar el proceso, y mencionó, en ese sentido, la situación en los mercados financieros europeos.
El BM considera "muy improbable" que las tensiones fiscales europeas tengan un final caótico
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El informe insiste: "si la volatilidad continúa", los inversores podrían aplazar proyectos de inversión y los consumidores posponer las compras de bienes duraderos. "Ese comportamiento podría ralentizar el crecimiento y posiblemente conducir a una recaída en la recesión a algunos países", insiste el informe del BM.
Y no sólo eso, sino que "el nerviosismo en los mercados podría llevar a una intensificación de las estrategias de consolidación fiscal" en la zona euro, lo que ralentizaría "aun más" el ritmo de la recuperación en el 2011.
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El BM considera "muy improbable" que las tensiones fiscales europeas tengan un final caótico, pero señaló que ese hipotético escenario es una "importante fuente de incertidumbre" tanto para los países desarrollados como para los emergentes.
Por otro lado, el organismo indicó que la inestabilidad en la zona euro es una de las grandes amenazas para la economía mundial, que crecerá un 3,3% este año y un 3,6 en el 2012 impulsada por el empuje de los países en desarrollo.
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Además, revisó al alza el crecimiento de la zona euro, que alcanzará un 1,4% en 2011 y un 2% en 2012.
Según las proyecciones del organismo, los países en desarrollo crecerán un 6% este año y un 6,1% en 2012, frente al 2,4 y el 2,7%, respectivamente, de los países desarrollados.
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"Es la historia de dos mundos distintos", afirmó el economista del BM Hans Timmer durante una rueda de prensa en la que el organismo presentó el informe.
Lin hizo hincapié en algunos de los desafíos que afrontan los países en desarrollo como los enorme flujo de capitales y el repunte en los precios de los alimentos.
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En ese sentido el informe presentado menciona que muchos de esos flujos de capital son puramente especulativos y que, de no controlarse, pueden provocar "abruptas" apreciaciones y depreciaciones de las divisas que no reflejan los fundamentos económicos.
El informe recuerda que en gran medida ese desembarco masivo de capitales en los países en desarrollo es fruto de los tipos de interés históricamente bajos en los países desarrollados que hace que el capital saga en búsqueda de oportunidades más interesantes.
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El informe, que no incluye previsiones individuales en el caso de la zona euro, destaca que en los países "más profundamente afectados por la crisis" no se espera que el crecimiento sea lo suficientemente fuerte para una reducción rápida del desempleo.
El BM recordó, por otro lado, que los bancos de España y Portugal son "una fuente importante de financiación" en Latinoamérica.