El gobernador del Banco de España se mostró preocupado el martes por el fuerte aumento del déficit público en España y exigió reformas estructurales para sanear las cuentas públicas y crear un modelo de crecimiento sostenible para la economía.

"Según las últimas cifras oficiales anunciadas por el Gobierno, el déficit público podría situarse a finales de este ejercicio en un nivel sin precedentes en nuestra historia reciente, alrededor del 10 por ciento del PIB", dijo Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en una comisión parlamentaria.

"Y las perspectivas sobre la evolución de esta variable, en ausencia de actuaciones ambiciosas, se presentan complicadas", añadió.

Ordóñez dijo que, con las medidas anticrisis de los últimos dos años, el Gobierno ha agotado el margen de actuación expansiva en la política presupuestaria y tendría que volcarse ahora en el recorte del gasto improductivo y en la puesta en marcha de reformas estructurales.

"La viabilidad de cualquier estrategia creíble de consolidación presupuestaria en la economía española depende de un cambio rápido y profundo de las tendencias que prevalecen en el mercado de trabajo", dijo Ordóñez, para quien el Gobierno debería "acometer con prontitud reformas" en el mercado laboral.

Los cambios sugeridos pasan por articular nuevas modalidades de contratación que faciliten la creación de empleo y reduzcan el alto ratio de temporalidad. Además, dijo que habría que modificar la negociación colectiva para adaptar los salarios a la situación cíclica en general y de cada empresa en particular.

La ineficiencia del mercado laboral se volvió a mostrar claramente en el segundo trimestre en España, cuando los salarios crecieron un 4,6 por ciento al tiempo que la inflación se situó en territorio negativo y la tasa de paro subió casi al 18 por ciento, agregó Ordóñez.