El Ballet de Biarritz presentará este fin de semana en el teatro Victoria Eugenia de San Sebastián "El retrato de la infanta" y "El amor brujo", dos coreografías con las que hablará de España "a través de los ojos" de Maurice Ravel y Manuel de Falla, ha dicho su director, Thierry Malandain.

Malandain ve en Ravel y Falla a dos representantes de una "simetría musical" surgida a principios del siglo XX, cuando España inspiraba a los compositores galos "por su exotismo embaucador y sus misterios" mientras varios de sus contemporáneos españoles elegían Francia como residencia.

Por ello, ha decidido reunirlos en una misma representación, cuya primera parte está basada en tres piezas "hispanizantes" del músico vascofrancés, "La pavana para una infanta difunta", "La alborada del gracioso" y "La rapsodia española", que Ravel eligió entre sus obras en 1923 para un encargo de la bailarina Sonia Pavloff, aunque se desconoce si fueron representadas.

"El retrato de la infanta" surgió del deseo de Malandain de colaborar con el escultor Manolo Valdés, que aceptó la apuesta y, en su primera incursión teatral, ha creado tres "meninas" de color malva en resina para esta coreografía, ha explicado el director del Ballet de Biarritz en rueda de prensa.

En este caso, utiliza a Margarita, hija de Felipe IV, que fue una de las modelos preferidas de Velázquez, para hacer una interpretación de los pensamientos de esta mujer, sustentada no sólo en la pintura, sino en fuentes literarias, como "El cumpleaños de la infanta", de Oscar Wilde.

En "El amor brujo", que fue un encargo de la Ópera Teatro de Saint-Etienne, el director y coreógrafo envuelve, en una visión más metafórica que narrativa, la historia de la joven gitana a la que se aparece el espectro de su marido cuando decide casarse de nuevo con los sacrificios ancestrales a los que se recurría en el pasado para reclamar el retorno de la primavera.

El espectáculo es una coproducción europea, que se estrenó en el Gran Teatro de Luxemburgo el pasado mes de marzo.