La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, desmiente las informaciones publicadas por el aparato del partido y cifra en 55.850 euros –en lugar de los 300.000 euros como denuncia Casado– el beneficio obtenido por su hermano en la operación de compra de mascarillas. 

"Siempre me he negado a dar explicaciones sobre la actividad laboral de mi hermano porque nunca he interferido en ella. Quizá haya sido un error. Pero me parece denigrante tener que aclarar las relaciones comerciales de mi hermano con una empresa por sospechas basadas en informaciones que nadie explica de dónde han salido", ha lamentado Ayuso a través de un comunidado.

Unas "relaciones comerciales" que, recordemos, se llevaron a cabo en plena emergencia sanitaria. No en vano el contrato de marras se firmó el primer mes de la pandemia, cuando estaba decretado el confinamiento domiciliario y ni siquiera había mascarillas para los sanitarios.

En España, hasta el momento se habían registrado 39.673 casos de coronavirus con 2.696 los fallecidos. Y en la Comunidad de Madrid la situación era límite, rondando los 1.500 fallecidos y con más de 12.000 personas contagiadas de covid. 

Fue en ese contexto en el que Tomás Díaz Ayuso firmó su suculento contrato. Un contrato por un importe total de 1.512.500 euros, cuyo expediente se tramitó por la vía de emergencia y se otorgó a Priviet Sportive a pesar de que esta empresa no tenía experiencia previa en este ámbito ya que se dedica al sector textil y no al sanitario. Aunque, en esos meses, ante la falta de productos sanitarios, muchas empresas se pusieron a fabricar estos materiales.

"La factura a Priviet Sportive no es una comisión por obtener el contrato de la Administración, sino el cobro de las gestiones realizadas para conseguir el material en China y su traslado a Madrid, que es distinto. Es una contraprestación por su trabajo, no una comisión por intermediación.
Esa factura es de 55.850€, más IVA", detalla Ayuso a través de su misiva.

Ayuso, apoyada por sus consejeros

La presidenta madrileña hacía pública esa información apenas unos minutos antes de que dos de sus consejeros, el de Economía, Javier Fernández-Lasquetty, y el de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, saliesen a apoyarla públicamente en una rueda de prensa en la que también estaba prevista la presencia de Enrique López. Poco antes de que comenzara, el consejero de Justicia, muy cercano a Génova, canceló su participación.

"El contrato se ha hecho con absoluto y total respeto a la normativa de contratación de emergencias", asegura el consejero de Economía. "Ha pasado todos los controles previos y posteriores internos de la propia Comunidad de Madrid y externos y toda la transparencia, luego, por tanto, es un contrato irreprochable", sostiene.

Fernández-Lasquetty desmiente públicamente a Pablo Casado y asegura que "lo que ha dicho no es cierto".  "En contra de lo que ha dicho Casado no hay por parte de la presidenta infracción de ninguna clase", sostiene. El consejero sale en su defensa afirmando que Díaz Ayuso se enteró de las "relaciones comerciales" entre su hermano y la empresa beneficiaria del contrato de las mascarillas cuando Pablo Casado la informó. "No ha intervenido en ninguna fase", zanja.

Los consejeros de la Comunidad de Madrid se han comprometido a hacer pública toda la documentación en torno al contrato que benefició al hermano de la presidenta. Según la versión de Génova, esto sería lo único que Pablo Casado pidió personalmente a Díaz Ayuso, sin respuesta por parte de ella.