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Ayala recibirá un homenaje en Argentina, la "segunda patria" del escritor

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Setenta años después de que Francisco Ayala comenzara su largo exilio en Argentina, el país que consideraba su "segunda patria", el escritor, fallecido el pasado martes a los 103 años, recibirá el 12 de noviembre un homenaje en Buenos Aires en el que se recordará esa etapa decisiva de su vida.

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Este homenaje estaba previsto desde hace tiempo, pero la muerte de quien sin duda fue uno de los grandes escritores españoles del siglo XX le da "una dimensión especial" a la jornada conmemorativa que ha organizado la Fundación Francisco Ayala, como afirma en una entrevista con Efe el director de la misma, Rafael Juárez.

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"Cuando preparábamos este viaje, Ayala nos decía (días antes de morir) que Argentina era su segunda patria. Los diez años (1939-1949) que pasó en Buenos Aires quizá fueron los más ricos en la vida profesional del escritor", asegura Juárez, que el próximo martes viaja a la ciudad porteña junto con la viuda del escritor, la hispanista estadounidense Carolyn Richmond, y el poeta Luis García Montero, comisario de los actos del centenario de Ayala.

Al finalizar la Guerra Civil, el escritor decidió instalarse en Buenos Aires, una ciudad que ya conocía y que, por "su gran tradición literaria", le permitía continuar con las actividades que venía desarrollando en España como novelista, sociólogo, crítico, ensayista, traductor, profesor y articulista.

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En una ciudad en la que abundan las placas conmemorativas, no había ninguna que recordase el paso de Ayala por ella. Por eso, y para que quede "constancia permanente" de aquella etapa, el jueves por la mañana se colocará una en el primer domicilio porteño del escritor, en la calle Defensa.

Por la tarde, habrá una mesa redonda en la que participará Carolyn Richmond, García Montero y Juárez. El homenaje cuenta con la colaboración del Ministerio de Cultura y de la Embajada de España.

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Richmond, la mujer de la que Ayala no se cansaba de decir que le debía "todo" y que no podía "vivir sin ella", había descartado en las últimas semanas realizar este viaje, dado el empeoramiento progresivo que iba experimentando la salud de su marido.

Tras la muerte del autor de "El jardín de las delicias", galardonado con premios como el Cervantes y el Príncipe de Asturias de las Letras, entre otros muchos, Richmond ha decidido asistir al homenaje de Buenos Aires, en el que se recordará también la intensa vida de este lúcido escritor que "atravesó el siglo XX" y que supo incorporar a su obra "toda esa experiencia vital", afirma Juárez.

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En esa mesa redonda se hablará de los trabajos que tiene en marcha la Fundación Francisco Ayala para recuperar las huellas documentales de la larga estancia en Argentina del escritor.

Así, se están "rastreando" sus colaboraciones en diarios, revistas o libros, la abundante correspondencia personal, literaria y profesional, fotografías, testimonios personales, etc.

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En Argentina, Ayala desarrolló "una intensa labor como traductor y editor", vinculada a las editoriales Losada y Sudamericana; fundó en 1947 la revista "Realidad", en la que colaboraron los intelectuales más destacados de la época, y preparó los tres tomos de su "Tratado de Sociología".

Buenos Aires le devolvió también la inspiración necesaria para escribir ficción, y fue allí donde redactó "Los usurpadores" y "La cabeza del cordero", dos libros fundamentales en su trayectoria.

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A "Los usurpadores" pertenece el relato de "El Hechizado", calificado en su día por Jorge Luis Borges como "uno de los cuentos más memorables de las literaturas hispánicas".

Fueron años en los que contó con el apoyo de sus colegas argentinos Eduardo Mallea y Victoria Ocampo, que le abrieron las puertas del diario "La Nación" y de la revista "Sur", y años en los que disfrutó de la amistad de escritores como Borges, Francisco Romero y Lorenzo Luzuriaga.

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Tras la muerte de Ayala, comienza una nueva etapa para la Fundación que dirige Rafael Juárez desde hace cuatro años. "Él ya no está entre nosotros sino que ha pasado a formar parte de la memoria de la gente, y esa memoria hay que cultivarla".

El escritor donó en vida a la Fundación su impresionante legado, que "estará digitalizado en 2010". Pero "aún queda mucho Francisco Ayala por descubrir y por interpretar", subraya Juárez.

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El autor de "Muertes de perro" no ha dejado "obra inédita pero sí abundantes documentos dispersos por varios países", que la Fundación va recuperando poco a poco. "Estamos encontrando una gran cantidad de cartas que van a ser decisivas para una nueva cronología", concluye.

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