La Audiencia Nacional juzga hoy a nueve islamistas por enviar suicidas a Irak
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La Audiencia Nacional juzga desde hoy a nueve presuntos integrantes de dos células islamistas, para quienes el fiscal pide entre 7 y 18 años de cárcel, por enviar mujahidines a Irak para cometer atentados suicidas, como el perpetrado en 2003 contra la sede de los Carabinieri en Nasiriya, en el que murieron 19 italianos.
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Estas dos células fueron desarticuladas simultáneamente en Madrid y Cataluña en la operaciones "Chacal" y "Camaleón" desarrolladas en 2006, y, según el escrito de acusación de la fiscal de la Audiencia Nacional Dolores Delgado, ambas "desarrollaban su actividad con plena independencia entre sí, pero bajo la común coordinación" del principal procesado, Omar Nakcha.
Este islamista supuestamente organizó y facilitó la huida a Irak desde Turquía y Siria a algunos de los autores del 11-M: Mohamed Belhadj, Daoud Ouhane, Mohamed Afalah y Abdelillah Hriz -condenado en Marruecos por su vinculación con los atentados de Madrid-.
Aunque Nakcha está considerado el líder de ambos grupos (por lo que se enfrenta a 12 años de cárcel por pertenencia a organización terrorista en grado de dirigente), la fiscal pide la pena más elevada para Mohamed Mrabet Fashi (18 años), al que acusa, además de pertenencia, de un delito de inducción al suicidio con fines terroristas.
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Mrabet Fashi, según la Fiscalía, "asumió el liderazgo" de la célula catalana, radicada en la localidad barcelonesa de Vilanova i la Geltrú, y se dedicó al adoctrinamiento y reclutamiento de jóvenes en torno a la mezquita de Al Furkan en esa localidad.
En concreto, Mrabet condujo al suicidio en Irak a Bellil Belgacem, el argelino que perpetró el atentado suicida contra la sede de Carabinieri, así como a Hassan Hssisni, autor de otra acción terrorista en ese país el 22 de enero de 2005.
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Ambas células se dedicaban también a la obtención de fondos para Irak y para financiar las actividades del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) en Europa, para lo que disponían de un entramado económico con diferentes "negocios pantalla".
Algunas de las pruebas que esgrime la fiscal para sustentar su acusación se basan en comunicaciones de los procesados a través de correos electrónicos.
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Otro de los acusados es Mohamed Samadi, imán de la mezquita de Al Furkan, que "bajo las ordenes" de Mrabet Fashi participaba en las reuniones y en el adoctrinamiento de los posibles operativos y futuros suicidas de la organización Al Qaeda en Irak.
En el registro practicado en el domicilio de Samadi se encontraron documentos de algunos de los terroristas que intentaron entrar en Irak para cometer atentados y una fotografía del suicida Bellil Belgacem.
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La Fiscalía añade que Samadi destinaba parte del dinero de la mezquita para actividades relacionadas con la "yihad" (guerra santa), exigiendo en sus mensajes a los fieles la colaboración para ayudar a los mujahidines en Irak, Afganistán y Palestina.
Esta previsto que el juicio, que comienza hoy en la sección primera de la Audiencia Nacional, se desarrolle en ocho jornadas, hasta que concluya el próximo 19 de octubre.