La Asociación de Alzhéimer pide el censo de los enfermos y estima en 3 millones los afectados
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Unos tres millones de españoles, entre enfermos y familiares directos, están afectados por el alzhéimer, según estimaciones de la presidenta de la Asociación Nacional de Alzhéimer, Blanca Clavijo, quien ha pedido hoy que la Administración elabore un censo preciso de pacientes.
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Para calcular los recursos que deben destinarse al cuidado de estos enfermos es necesario un censo que los cuantifique, ha señalado Clavijo, quien ha basado su estimación en estudios ya conocidos y en datos de su asociación.
Hasta ahora los recursos son escasos, se necesita "el triple de geriatras", que los médicos de atención primaria cuenten con el tiempo suficiente para atender a cada paciente "al menos diez minutos" y que la Ley de Dependencia otorgue más prestaciones a los cuidadores.
Clavijo ha pedido además que los familiares de quienes sufren esta enfermedad puedan acompañarles en las consultas de especialistas, en urgencias y en la realización de pruebas diagnósticas, así como una mayor protección para los pacientes.
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Es "absurdo" que un familiar no pueda entrar en la consulta con una persona que "no tiene ni capacidad para dar el consentimiento informado" a un tratamiento, ha señalado durante la presentación a los medios de comunicación de una guía para ayudar a los médicos de atención primaria a tratar a estos enfermos.
El vicesecretario del Consejo General de Colegios de Médicos, Francisco Toquero, ha añadido que en muchas ocasiones el acompañante es "clave" en ayudar al médico a identificar la enfermedad porque hay síntomas que un profesional puede considerar normales pero que el familiar, que conoce al paciente, sabe que no lo son.
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Clavijo acudió con su madre enferma de alzhéimer a que le practicaran una ecografía y pidió entrar con ella porque, si no, podría agitarse, ha ejemplificado.
"Siguiendo los protocolos" los profesionales se lo denegaron, pero "a los diez minutos los gritos se oían en toda la planta" y la invitaron a entrar.
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Canarias es la única comunidad que ha modificado, para el caso de los pacientes de alzhéimer, los protocolos según los cuales sólo el enfermo puede entrar en las consultas y, en Madrid, sólo el hospital Gregorio Marañón ha hecho lo mismo con un proyecto piloto en estudio desde 2002, ha señalado Clavijo.
"En las consultas de especialistas, si les vas conociendo, te pueden dejar entrar", ha comentado Clavijo, quien ha añadido que solucionar la situación sería "algo tan simple como identificar al paciente con una pegatina en su tarjeta sanitaria y que te dejen pasar".
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La presidenta ha pedido que se aumente la protección para estos enfermos también en las consultas: "a nadie se le pasa que si a un pediatra le llega un menor con síntomas de malos tratos lo denuncie a la Fiscalía" o lo ponga en conocimiento de la autoridad, pero "si llega un mayor, ya veremos".
Clavijo se ha mostrado partidaria de que los jueces dicten la incapacitación de los enfermos para protegerles de los actos que pueden cometer en contra de su propio interés.
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En la mayoría de los casos, esta incapacitación se debería realizar desde que hay un diagnóstico, porque "con lo que éste tarda, seguramente tendrán afectada su capacidad de obrar" y la incapacitación puede ser parcial.
La presidenta de la asociación ha pedido que se ponga en marcha un registro público de voluntades anticipadas para que los hospitales de cualquier punto de España puedan conocer la voluntad del paciente sobre el uso de métodos artificiales para prolongar su vida o de sedación.
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"¿De qué nos sirve hacer voluntades anticipadas con tres testigos si luego se guardan en un cajón?", se ha preguntado Clavijo.
Estas disposiciones se podrían incluir en el historial de cada paciente, ha sugerido Toquero.