Arranques y frenadas peligrosas anticipan choques adolescentes
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Por Genevra Pittman
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En un estudio sobreconductores principiantes, la cantidad de giros cerrados yfrenadas chirriantes que hacen los adolescentes anticipó laposibilidad que tenían de chocar o casi hacerlo en las semanassiguientes.
"En muchos aspectos, esto no es una gran sorpresa", dijoJean Shope, del Instituto de Investigación del Transporte deUniversity of Michigan, Ann Arbor, y que no participó delestudio.
"Muchos hemos viajado con conductores que frenan y arrancanintempestivamente. Y eso nos pone incómodos -agregó-. Sabemosque están poniendo a todos en riesgo".
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Aunque para el estudio se utilizaron computadoras y cámaraspara determinar "situaciones con fuerza gravitacional (fuerza-g)elevada", los autores comentaron que lo más importante es elcontrol y la retroalimentación, ya sea a través de undispositivo o una persona.
Bruce Simons-Morton y colegas, del Instituto Nacional parala Salud Infantil y el Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver,Bethesda, Maryland, equipó los automóviles de 42 adolescentes deVirginia que acababan de recibir la licencia de conducir condispositivos para registrar situaciones con fuerza-g elevada,como los arranques rápidos y los giros cerrados y chirriantes.El seguimiento duró 18 meses.
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Por cada 160 km manejados, los dispositivos registraronentre cero y 50 situaciones con fuerza-g elevada. En los más de68.000 viajes realizados durante el estudio, se registraron 37choques y 242 situaciones que casi fueron choques conadolescentes al volante.
Y el equipo realizó una observación interesante: a mayorcantidad de situaciones con fuerza-g al manejar, mayor cantidadde choques o casi choques. Las situaciones con fuerza-g elevadaen un mes permitió predecir con bastante certeza si losadolescentes chocarían o casi lo harían el mes siguiente, segúnafirma el equipo en American Journal of Epidemiology.
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"No estamos diciendo que esas situaciones causen el choque-aclaró Simons-Morton-. Sino que el patrón de manejo, de manejoriesgoso medido según las situaciones con fuerza-g alta, seríaun buen predictor de choques, por lo menos en los conductoresjóvenes".
Aunque los dispositivos utilizados en el estudio no estándisponibles, en el mercado existen productos electrónicos quemonitorean y evalúan la forma de conducir. Cuestan unos 500dólares más una tarifa mensual de servicio.
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"Lo importante para los padres y las autoridades es que losconductores jóvenes son un grupo de alto riesgo. Y aun cuando sepudieran identificar a los de menos riesgo, lo más importantesería la falta de experiencia", dijo Simons-Morton.
"Los principiantes deberían conducir en las calles queconocen, de día y con buen tiempo (...) hasta que adquieransuficiente experiencia".
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FUENTE: American Journal of Epidemiology, online 23 deenero del 2012.