Decenas de miles de manifestantes egipcios han roto una barricada que protegía las inmediaciones del palacio presidencial, rompiendo el alambre y sobrepasando las murallas del palacio. 10.000 manifestantes han quedado encerrados tras la barrera de tanques que se desplegó ayer jueves. Los manifestantes corean cánticos utilizados en febrero 2011 en el levantamiento que derrocó al predecesor de Mursi, Hosni Mubarak: 'El pueblo quiere la caída del régimen' y 'Deja, deja'.

Algunos manifestantes han ondeado banderas desde lo alto de los tanques mientras otros, reiteraban las intenciones pacíficas y pedían tranquilidad a la policía y los guardias militares. Tras los sucesos, efectivos de la Guardia Republicana han reforzado la entrada principal del palacio.

Las concentraciones continuan en la plaza cairota en respuesta a las convocatorias realizadas por la oposición esta mañana. Éstas se producen a pesar de que ayer el presidente prohibiese cualquier manifestación en las inmediaciones del palacio presidencial.

Ante la negativa de diálogo por parte de la oposición islámica, los egipcios se echan nuevamente a la calle para pedir la derogación del acta constitucional que blinda los poderes del presidente ante la justicia. El pueblo egipcio responde a las convocatorias realizadas por Hermanos Musulmanes y exige la anulación de la convocatoria de referéndum sobre la nueva Constitución prevista para el próximo 15 de diciembre.

El discurso del presidente, que se emitía ayer por la noche, prohibía nuevas concentracdiones, aunque no parece que haber calmado el revuelo entre la población. 

La sede de la presidencia sigue blindada de tanques y carros del ejército. La misma plaza donde en los pasados días fallecieron 7 personas y se produjeron los violentos choques entre partidarios y detractores de Mursi, que dejaron siete muertes y centenares de heridos. Se cumplen ya 2 semanas de acampada en la plaza de la revolución. 

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