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La alimentación de las personas con apnea del sueño es mala

Reuters

Por Amy Norton

Un nuevo estudio demuestra quelas personas con apnea del sueño grave tienden a tener unaalimentación de peor calidad que los pacientes con síntomas másleves y que no padecen el trastorno respiratorio.

La apnea obstructiva del sueño (AOS) ocurre cuando colapsanpor segundos los tejidos blandos en la parte de atrás de lagarganta durante el sueño. Esto interrumpe la respiraciónreiteradamente. Los síntomas más importantes son los ronquidos yla somnolencia diurna.

El nuevo estudio demostró que entre 320 adultos evaluados,los que tenían síntomas graves de apnea del sueño seguían unaalimentación rica en colesterol y grasa saturada que obstruye lasarterias. Si bien la obesidad no eleva el riesgo de apnea delsueño grave, el peso de los pacientes no explica los resultados.

Según los autores, los resultados sugieren que los hábitosalimentarios influyen en el aumento del riesgo de enfermedadcardíaca y accidente cerebrovascular en personas con apnea delsueño.

"Esta dieta poco saludable sería un motivo por el cual laapnea del sueño favorece el aumento del riesgo de desarrollarenfermedad cardiovascular", dijo a Reuters Health el autorprincipal, doctor Stuart Quan, de Harvard Medical School, enBoston.

El equipo de Quan publica los resultados en Journal ofClinical Sleep Medicine.

Las personas con AOS tienen mayor riesgo de padecerenfermedad cardiovascular que el resto. Los expertos desconocenque esa sea una relación de causa-efecto, aunque existen motivospara creer que la AOS puede provocar problemas cardiovasculares.

Por ejemplo, se cree que situaciones reiteradas de falta deoxígeno durante el sueño aumentan la presión, lo que en el tiempoafecta el sistema cardiovascular.

Los últimos hallazgos del equipo de Quan sugieren que la AOStendría también efectos indirectos sobre el corazón a través deun estilo de vida menos saludable.

Los pacientes evaluados con AOS grave consumían unos 9 gramosadicionales de grasa saturada y 88 miligramos extra de colesterolpor día, a diferencia de los pacientes con síntomas leves o sinningún síntoma.

Esos pacientes eran también más sedentarios, lo que podríaexplicarse por una mayor tasa de obesidad. En cambio, el consumomás alto de grasas y colesterol era independiente del peso de lospacientes, comentó Quan.

El experto reconoció que el estudio no logró demostrar que laalimentación de mala calidad estaba relacionada con el nivel degravedad del déficit de sueño de los pacientes. Estudios previossugieren que la falta de sueño alteraría el equilibrio de ciertashormonas reguladoras del apetito.

El equipo opina que se necesitan más estudios para comprenderpor qué las personas con AOS grave tienen dietas más grasas y siese patrón explica su alta tasa de enfermedad cardiovascular.

FUENTE: Journal of Clinical Sleep Medicine, 15 de octubre del2008.

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