Alemania y Francia dieron el lunes un paso más para dejar atrás sus divisiones políticas, al coincidir en que la Unión Europea necesita un gobierno económico para los 27 estados miembros, no sólo para los países de la zona euro, algo propuesto por París con anterioridad.

Reunidos en Berlín, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente galo Nicolas Sarkozy, resaltaron su deseo de contar con una postura común en Europa, comprometiendo mayor coordinación política y mejorar su disciplina presupuestaria para contener la crisis de deuda.

"Más que nunca, Alemania y Francia están decididas a hablar con una sola voz, a adoptar políticas comunes para dar a Europa los mecanismos para cumplir sus legítimas ambiciones", dijo Sarkozy a los periodistas en una conferencia conjunta con Merkel.

"Entonces (vamos a tener) una gobernanza económica al nivel de los 27 (países miembros) y en el caso de que lo necesitemos, habrá reuniones en lo que respecta a los problemas del euro dentro de la zona euro", agregó.

La UE debe convencer a los mercados financieros de que tiene una respuesta común a la peor crisis en la zona euro desde que la moneda común europea fue creada hace 11 años y que puede evitar que los problemas de deuda de Grecia se propaguen a otros países.

París y Berlín habían estado en desacuerdo sobre la forma en que se debía realizrar una gobernanza económica más estrecha, y aplazaron las conversaciones previstas inicialmente para la semana pasada por temor a que no pudieran llegar a un acuerdo, dijo una fuente del Gobierno francés.

Merkel destacó que el gobierno para los 27 países de la Unión Europea es particularmente importante para ella y que las medidas para castigar a los países que incumplan las leyes de presupuesto debían endurecerse.

"Necesitamos fortalecer el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (de la UE). También coincidimos que necesitamos considerar cambios a los tratados (de la UE)", dijo Merkel, resaltando que Alemania y Francia presentarían propuestas en esta materia a corto plazo.

Sarkozy dijo que los dos dirigentes no quieren crear nuevas instituciones dentro de la UE para concretar su visión.

"Estoy convencido, como la señora Merkel, de que la solución a los problemas de Europa no vendrá de la creación de nuevas instituciones, sino a través de la capacidad de llevar a cabo reuniones pragmáticas y operativas", afirmó.