Viajar en transporte público es más caro para un estudiante español que para un francés, británico o italiano. Un estudio sobre el precio del abono transporte anual en capitales y grandes ciudades europeas desvela que el bus y el metro en Madrid podría parecer más barato —si tenemos en cuenta el precio de un billete sencillo—, aunque a la postre resulta realmente más caro.

Comisiones Obreras, responsable del informe, indica que los niños y niñas (hasta 16 años) pagan 58 euros al año en Praga, 100 en Turín y 278 en París, cifras inferiores a la cuota que debe abonar un alumno matriculado en la Comunidad de Madrid: 336 euros.

Otras ciudades como Bruselas ofrecen transporte gratuito a los chavales, mientras que en Viena puede resultar también gratis, pero en el caso de pagar no superará los 72 euros. Lo mismo sucede en Lyon y Londres, donde el título de transporte puede ser gratuito o costar 87 y 367 euros, respectivamente.

Estas cifras también pueden ser consultadas en este documento (pdf) del Estudio de políticas tarifarias para usuarios habituales del transporte público, donde también analizan los precios para los estudiantes (y jóvenes) entre17 y 25 años. El abono joven o de estudiante en Madrid resulta, de nuevo, más caro que en el resto de las ciudades analizadas, excepto Londres.

Así, mientras aquí pagamos también 336 euros al año, en Praga cuesta 116, en Turín entre 153 y 170 euros, en Viena entre 19,60 y 257, en Lyon entre 178 y 378, y en París 291. Al igual que con el abono escolar, algunos alumnos consiguen no pagar por el transporte, aunque ninguna ciudad ofrece un título gratuito universal, como sucede en Bruselas con los estudiantes más jóvenes. Allí, en este caso, el precio va de cero a 280 euros, mientras que en Londres puede salir gratis, pero también por un puñado de euros: 854.

Los responsables de estudio, el sindicato CCOO, explican que los reducidos precios en algunas ciudades extranjeras responden a distintas fórmulas ofrecidas por los organismos de transporte de cada ciudad (técnicas de fidelización, descuentos por compras consecutivas, gratuidad por familia numerosa, rebajas en función de las franjas de edad...) y abogan por políticas sociales basadas en la tarificación equitativa para cada colectivo y, en concreto, en la reducción del precio de los abonos de transporte escolar y joven.