El Parlamento iraní concedió hoy el voto de confianza a los tres aspirantes a ministros que faltaban en el nuevo gabinete del presidente, Mahmud Ahmadineyad, casi dos meses después de que fueran propuestos.

Según la televisión estatal iraní, los parlamentarios aprobaron por una holgada mayoría a los candidatos a ministro de Educación, Hamidreza Hayibabai y de Fomento, Mayid Namyu.

Sin embargo, el de Bienestar Social, Sadegh Mashuli, uno de los hombres más cercanos a Ahmadineyad, logró la confianza de la Cámara por un estrecho margen, lastrado por algunas denuncias de corrupción que le rodean.

Mahsuli ejerció como ministro de Interior durante el anterior mandato del presidente, y fue pieza clave en la organización de las polémicas elecciones presidenciales del pasado 12 de junio, cuyo resultado la oposición considera fraudulento.

Nada más conocerse la reelección de Ahmadineyad, cientos de miles de personas salieron a las calles para protestar, en la mayor movilización popular desde la revolución islámica que en 1979 desalojó del poder al último Sha de Persia, Mohamad reza Pahlevi.

En la represión de las marchas murieron alrededor de una treintena de personas -según cifras oficiales- y 72 de acuerdo con el cómputo de los opositores.

Además, unas 4.000 personas fueron detenidas, de las que cerca de un centenar están aún en prisión y hacen frente una serie de juicios que los reformistas opositores han definido como "una charada".

Hayibabai, nuevo ministro de Educación, era hasta la fecha miembro del Consejo Directivo del Parlamento, mientras que Namyu dirigía la agencia estatal de Recursos Hídricos antes de lograr la cartera de Fomento.

El propio Ahmadineyad compareció esta mañana ante la Asamblea para defender la candidatura de los tres nuevos ministros, que calificó de "importantes" para el futuro del país.

El 18 de agosto había presentado con el mismo argumento a dos mujeres para hacerse cargo de Educación y Bienestar Social pero ambas fueron rechazadas por la Cámara.