Cinco agentes de seguridad de la compañía Blackwater fueron acusados el lunes de la muerte de 14 civiles desamados y causar heridas a otros 20 en un tiroteo en Bagdad que indignó a los iraquíes y tensó las relaciones entre Estados Unidos e Irak.

El fiscal de EEUU Jeffrey Taylor dijo que una de las víctimas recibió disparos en el pecho cuando estaba en la calle con los brazos en alto mientras que otra víctima resultó herida por la explosión de una granada junto a una escuela de niñas cercana.

En una acusación de 35 cargos, el Departamento de Justicia de EEUU imputó a los hombres 14 cargos de homicidio, 20 de intento de homicidio y uno de violación de armas. Si son declarados culpables, podrían pasar hasta 10 años en prisión por cada cargo de homicidio, a lo que se sumaría la pena por otras acusaciones.

"El Gobierno alega en los documentos facilitados hoy que estos guardias de seguridad de Blackwater mataron o hirieron sin justificación o provocación al menos a 34 civiles iraquíes desarmados, incluyendo mujeres y niños, en el tiroteo de la plaza Nisoon", dijo Patrick Rowan, asistente al fiscal general para seguridad nacional.

Un sexto agente de Blackwater se declaró culpable el viernes de los cargos de homicidio voluntario e intento de cometer homicidio, dijo el Departamento de Justicia.

Un abogado del equipo que representa a los cinco hombres dijo que eran inocentes de todos los cargos.

"Fueron contratados como contratistas del Departamento de Estado para proteger a responsables del gobierno", dijo Brent Hatch a periodistas en Salt Lake City, donde se entregaron los agentes. "Hicieron el trabajo para el que se les contrató, como se les requirió, y como el Departamento de Estado les pidió que hicieran".