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El ADN revela que la inquilina murió en la explosión

Lídia Penelo

Las hipótesis se confirmaron: la principal sospechosa de haber provocado la explosión del pasado lunes en un piso de Barcelona, Anna Moreno, se encuentra entre las tres víctimas mortales que causó la deflagración.

Las pruebas de ADN y de la regeneración de huellas dactilares así lo ratificaron el jueves. Los otros fallecidos son dos hermanos que vivían en el piso contiguo al de Moreno. Sus cuerpos calcinados fueron identificados gracias a las técnicas de regeneración de huellas dactilares.

La inquilina del piso siniestrado, que iba a ser desahuciada aquella mañana, provocó el desastre rociando el inmueble con gasolina. Minutos antes de la explosión, Domingo Vázquez, un vecino de la escalera, se la cruzó en el rellano del primer piso cuando él iba a trabajar. Domingo le dio los buenos días, pero ella no le contestó. La vio cargada con un par de bolsas. Según parece, Anna Moreno pretendía salir del edificio, pero la fuerte explosión impidió que saliera con vida.

Los bomberos encontraron los restos de su cuerpo carbonizados en el mismo rellano donde la vio Domingo por última vez. Para realizar las pruebas de ADN la policía científica utilizó material genético del hijo de Anna Moreno. El joven prestó su colaboración a los Mossos d’Esquadra.

Asesinato en Alcalá

Los resultados de las pruebas de ADN del hombre que hallaron muerto tras la explosión de Alcalá de Henares, el pasado lunes, revelaron que el fallecido fue asesinado antes de la deflagración.

Los bomberos encontraron el cuerpo calcinado, aunque los análisis científicos descubrieron que no lo mató la detonación. La víctima recibió hasta 40 cortes de un arma blanca en el cuello, la espalda y la cintura, además de numerosos golpes por todo el cuerpo. 

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