La actriz francesa Isabelle Adjani, estrella del cine internacional y musa de generaciones de cineastas, estrena hoy en la Berlinale "La Journée de la Jupe", de Jean-Paul Lilienfeld, un filme "políticamente incorrecto" que hizo por "pasión y profunda convicción", según dijo a Efe.

La protagonista de "La reina Margot" (1994) y "El diario de Adele H."(1975), artista cada vez más difícil de ver en las pantallas y aún más en entrevista, será esta noche, en la gala de la sección Panorama, la sufrida y exigente profesora de francés de un centro de las afueras de París, el 93.

Una mujer convertida a su pesar en heroína maldita, armada y bendecida. Todo a la vez, por obra de un intrincado guión que le conquistó desde el primer momento.

No conocía a su autor ni tampoco quiso saber nada más de él, explicó en vísperas del estreno berlinés, en el hotel Meurice de París, sentada bajo el cielo azul de su selecto bar.

Ella se dijo sólo una cosa: "Alguien que ha escrito un guión así, con una construcción tan clara, tan frontal y tan políticamente incorrecta no puede fallar su película".

El proyecto le entusiasmó "de inmediato" y de manera también "instantánea" -algo rarísimo en ella- quiso comprometerse con él, explicó la actriz franco-alemana nacida en 1955, en París, que comparte por su padre el origen magrebí del personaje al que da vida.

Con él evoca en el filme la brecha generacional y multiétnica abierta en la sociedad francesa actual, y lo hace a través de su reflejo en la escuela pública nacional, un tema sobre el que trabajaba Jean-Paul Lilienfeld desde finales de 2005, cuando estalló en el país una violencia urbana juvenil sin precedentes.

Un asunto candente, el de las difíciles relaciones que pueden llegar a mantener alumnos y profesores de la enseñanza nacional, ya dio el pasado mayo la Palma de Oro en Cannes a "La clase", de Laurent Cantet.

Desde otros abordajes, opuestos y complementarios a la vez, "La Journée de la Jupe" ofrece al espectador una visión llena de sobresaltos que le mantienen en vilo de principio a fin.

"Sentimos que hay algo que está ocurriendo en torno al filme" y es "una recompensa", explicó la actriz al evocar su metamorfosis en profesora de entrega peligrosamente absoluta.

El filme "está hecho de manera muy modesta, en un rincón, sin dinero ni artificios", pero con "convicción", añadió "La Sublime" como se le bautizó en la década de los años 70.

Los "reacciones son formidables", y al haberlo hecho "sólo por convicción y por pasión", sin más objetivos y sin "ninguna certidumbre", resulta "absolutamente extraordinario" descubrir que la película alcanza "algo" en el espectador, destacó.

"Estoy muy contenta. Me encanta no equivocarme", añadió con una mirada todavía más luminosa esta actriz, que ha trabajado con los más grandes actores y directores y que suele rechazar la mayor parte de propuestas que recibe.

Cabeza de familia desde los 16 años, Isabelle Adjani se considera "un poco atípica entre los actores y actrices", pues "siempre hizo pasar su vida y su familia antes que su carrera".

"No soy 'Soeur Emmanuel', pero la prioridad es verdaderamente mi vida, a veces por las buenas razones, a veces por malas razones", reconoció esta ilustre ciudadana que no es "para nada adepta del eslogan 'show must go on' (el espectáculo debe continuar)".

Al contrario, "cuando ocurre algo, 'voilá' yo me paro si me necesitan", resumió.

De su "oficio", al que en los últimos cinco años sólo ofreció otros tantos filmes -no siempre grandes éxitos-, explicó hacerlo "para tomar riesgos de cuando en cuando".

"Ya que no hago muchos filmes, si encima cuando los hago me aburro y no estoy en una convicción profunda sería deprimente", señaló la protagonista de "La pasión de Camille Claudel" (1990), que ahora podrá ser también glosada por esta difícil y exigente "Jornada de la Falda".

La actriz comparte protagonismo con otro actor de gran talla, Denis Podalydès, en el papel de un policía, sensible y sensato pero que, pese a todo, "tampoco entendió nada", resaltó.

Le acompañan en el filme un equipo de jóvenes alumnos, ninguno de ellos actor profesional, pero todos excepcionalmente elegidos y dirigidos.

Por María Luisa Gaspar