“Hay quien lucha un día y es bueno, hay quien lucha un año y es mejor, pero hay quien lucha toda su vida y es imprescindible”. Recordando estas palabras de Bertolt Brecht, los familiares, amigos y camaradas de Miguel Romero, ‘el Moro’, han dado hoy el último adiós a quien fuese el fundador de la Liga Comunista Revolucionaria, y que más tarde formó Izquierda Anticapitalista.

El acto, sencillo y discreto, se ha celebrado en el madrileño cementerio de la Almudena donde se ha congregado una multitud de compañeros venidos de todas partes de España. Para sus amigos, su muerte supone una gran pérdida, pero insisten en que su ejemplo vivirá porque mientras haya injusticias en el mundo siempre habrá resistencias y alternativas a “este capitalismo depredador y súper-explotador que estamos sufriendo”.

Compañeros como José María Galante, ‘el Chato’, quien afirma que su pérdida supone una gran responsabilidad para la gente que seguimos, para esa pequeña parte de la generación revolucionaria del 68 que no ha renunciado todavía a la necesidad de la revolución social”.

Sin embargo, el ambiente no ha estado exento de alguna sonrisa. “Después de tantas derrotas, el día de tu muerte tuvimos una gran victoria: la sanidad madrileña no se privatiza”, dijo su compañero, Manolo Garí, en alusión a la dimisión presentada ayer por el consejero de sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty durante la misma rueda de prensa en la que se anunciaba la paralización definitiva de la privatización de la sanidad madrileña.

Con el puño en alto bajo el cielo gris, los últimos camaradas del Moro le han despedido  entonando la Internacional y gritando al unísono, “seguimos palante con tu combate. El Moro vive, la lucha sigue.”