Las actividades culturales del Festival Eñe atraen a numeroso publico
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Amantes de la fotografía, el cine, la música, la literatura, la gastronomía, han disfrutado del variado programa que se ha desarrollado en la segunda jornada del "Festival Eñe", fiesta de la palabra en castellano y en defensa de la letra eñe.
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Numerosas han sido las personas que se han acercado al Círculo de Bellas Artes para disfrutar de la charla entre el fotógrafo Chema Madoz y Juan Bonilla, de la conferencia en la que José Luis Borau narraba el inició su relación con la literatura o de la charla entre Vicente Molina Foix, Álvaro Pombo y Jorge Herralde sobre la labor editorial.
Mientras, en la Sala de Baile tenía lugar una cata de vinos dirigida por el director de cine José Luis Cuerda y el viticultor Telmo Rodríguez.
Durante su conversación con Juan Bonilla, Chema Madoz habló de sus fotografías, objetos poéticos creados por este descubridor inagotable de ideas algunos de los cuales, 300, han sido recogidos en el libro "Obras maestras", editado por La Fabrica.
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Premio Nacional de Fotografía en 2000, Madoz comentó que sus imágenes tienen algo de intemporal "pero también reflejan las imágenes con las que he crecido. Precisamente esa intemporalidad era lo que me atraía. Además son imágenes que no dan pistas sobre el lugar donde se han hecho".
Sus imágenes son narraciones poéticas en las que el blanco y negro aporta una distancia melancólica a la colección de ideas que el autor transmite a través de objetos, que despoja de su uso y funcionalidad para convertirlos en el lenguaje propio.
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Un lenguaje en el que le da "mucho respeto" utilizar la palabra. Madoz confesó su "torpeza" a la hora de usar las palabras. "Me siento mucho más pobre, frente a las imágenes que me dan confianza".
Todo creador "a la hora de hacer un texto está intentando dar una intención, llevar hacia algún lugar al espectador. Yo prefiero dejar esa posibilidad más abierta" y que, a partir de su propio bagaje, el espectador interprete la imagen.
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"Fui impulsado a ello". Así definía el cineasta José Luis Borau su irrupción en la literatura. El director y académico recordó que antes de iniciar una película siempre escribe un pequeño cuento "pero como soy voluble y me aburro de lo que hago, en ocasiones iba dejando retazos de estos cuentos, restos del naufragio".
El encargo de la antología "Cuentos de cine" y posteriormente "Cuentos sin cámara" le impulsaron "a escribir historias nuevas y he seguido haciéndolo con buena fortuna".
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Borau reconoció que el paso del tiempo le ha valido para darse cuenta de que esos cuentos que le aburrían y abandonaban "era porque no eran cinematográficos, eran más literarios de la cuenta. Aunque parezca una perogrullada, lo que se escribe para el cine tiene que ser cinematográfico".
El cineasta confesó que siempre ha tenido terror a aburrir. "Tengo pánico al aburrimiento porque pienso que es el principio de la muerte". Este aburrimiento le lleva actualmente a abandonar algunos de sus relatos.
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"Me pasa lo mismo que con los guiones, que se me desinflan. Quizá, a la inversa de lo que ocurría con los guiones, tengan más valor cinematográfico que literario".
En una animada charla, los escritores Vicente Molina Foix y Álvaro Pombo destacaron la importancia que ha tenido para la literatura española actual Jorge Herralde, editor y fundador de la Editorial Anagrama, que dio reconocimiento y carta de naturaleza a jóvenes escritores.
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Pombo, ganador y finalista en 1983 de la primera edición del premio Herralde de novela, recordó la importancia que ha tenido la editorial Anagrama en una generación de escritores, en una época en la que coincidió con un fenómeno de carácter mediático "que convirtió a los escritores en starlettes".
Según Molina Foix hubo un desdén sistemático hacia la literatura española. "La situación se agravó por la apuesta de las editorial por las novelas difíciles. Luego, afortunadamente, la gente descubrió las novelas españolas", señaló el escritor quien dijo que para él fue "un trauma el boom de la novela latinoamericana, que nos deslumbró y nos hizo formar parte de ese desdén a lo propio".
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Esta primera edición del Festival Eñe se cerrará esta noche con una fiesta musical.