Ni los recortes que están sufriendo, ni las constantes movilizaciones que llevan a cabo para defender una educación pública de calidad y ni siquiera los ataques de algunos políticos cuestionando su profesionalidad han alterado la percepción de la sociedad acerca de los profesores. Al contrario. Según el estudio de febrero del Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la de docente es una de las profesiones más valoradas por los españoles. Profesor de Universidad, con un 75,16%, es la segunda más valorada después de la de médico (81,58%). El resto de profesores, de educación infantil, Primaria, Secundaria y FP, rondan el 75%. 

Aun así, los recortes y  la crisis son precisamente los motivos que explican, según el 20% de los encuestados, el estado de ánimo del profesorado. El 62,4% de los españoles lo ve poco o nada motivado. Otras razones de esta desmotivación son la falta del respeto de los alumnos (13,6%), el poco prestigio social con el que cuenta la profesión (12,8%), el hecho de ser un oficio mal pagado (11,5%) y la falta y el cuestionamiento de su autoridad (10,7%)  

En este sentido, el 13,7% de los españoles sostiene que el profesorado tiene toda la autoridad que necesita. Por ello, más de la mitad -51,8%- cree que los profesores tienen que ser considerados como autoridad pública y el 95,4% opina que los alumnos deben respetar más al profesorado. Aun así, 86,8% de los encuestados considera que los padres tienen la mayor responsabilidad en la educación de sus hijos.  

Casi la mitad de los españoles (49,4%) cree que el profesor está poco motivado y, de ellos, el 19,8% señala que las causas son la situación económica actual y los recortes. Además, el 53,2% cree que la imagen del profesorado ha empeorado en los últimos diez años.